Trump hacia una presidencia imperial

Publicado: 23 feb 2025 - 02:39

Donald Trump
Donald Trump

Al principio creó Dios el cielo y la tierra. La tierra era un caos informe, sobre la faz del abismo, la tiniebla. Y el aliento de Dios se cernía sobre la faz de las aguas. Dijo Dios: “que exista la luz y la luz existió”. Vio Dios que la luz era buena; y separó Dios la luz de las tinieblas. Llamó Dios a la luz día, y la tiniebla noche.

Así comienza el libro del Génesis el relato de la creación. He utilizado para reproducir el texto sagrado, la Biblia, traducida por un equipo de biblistas liderado por el jesuita Luis Alonso Schokel. Como podemos observar, Dios creó el mundo levantando lo creado sobre un solar de caos y en siete días hizo su obra, desde las estrellas hasta las serpientes. Toda una proeza.

Dios creó el mundo y todo lo que existe sobre la faz del abismo y ordenando el caos más absoluto

Donald Trump desde que ha asumido la presidencia estadounidense viene repitiendo como un mantra que Dios le ha salvado la vida para hacer más grande a América y cambiar el destino del mundo. Todo con un perfume mesiánico, rodeado de un aliento divino, pero entre Dios y su auto enviado Trump hay una diferencia sustancial, Dios creó el mundo y todo lo que existe sobre la faz del abismo y ordenando el caos más absoluto. Trump lo opuesto. Le asiste una obsesión demoledora por desarticular el mundo, rompiendo todas las reglas de la convivencia y las relaciones armónicas entre países. En América lo está poniendo todo patas arriba. Podíamos resaltar varios de los desafíos en los que está inmerso: la fervorosa e inhumana lucha para la expulsión de emigrantes, la purga de funcionarios en organismos federales, especialmente en aquellos de carácter de ayuda social, fomenta un conservadurismo pintoresco de retrasada secta bíblica e impone con gestos y discursos neoimperialistas las relaciones internacionales. 

Tradicionalmente el poder ejecutivo estaba mutilado por una serie de contrapoderes que neutralizaban los sueños paranoicos de un presidente, el Senado y el Congreso servían de frenos constitucionales, ahora todo lo controla Trump y la comparsa de acólitos que le acompañan, me refiero en concreto a Elon Musk, el hombre más rico del mundo, que a veces, viéndole actuar, dudamos que sus relaciones con la razón sean las correctas dentro de las lógicas habituales. Este hombre ocupa un puesto muy poderoso, tan inconcreto como influyente, algo así como consejero áulico del presidente. Por ahora Trump se lo consiente todo, incluso que participe en una rueda de presa en el despacho oval cargando a su hijo pequeño llamado X, igual que su plataforma digital.

Trump acaba de entrar en la historia como un hipopótamo en un charco de ranas, destruyéndolo todo. Apareciendo como un dios irritado y vengativo. Busca la guerra, incluso cuando dice que negocia la paz. Los planteamientos que hasta ahora ha hecho Trump constituyen un remolino de disparates y despropósitos, cuando los lleve a la práctica nos encontraremos un caos lleno de odios, mentiras y tensiones. El objetivo de Trump es provocar una fractura profunda de los Estados Unidos con Europa, una ruptura histórica. La dana Trump inunda y ahoga el viejo continente y los destrozos son enormes, por ahora, incuantificables. La visualización del choque entre las dos orillas atlánticas fue muy clara en la conferencia de Munich celebrada los días 14 y 16 del pasado febrero sobre sobre la seguridad y las relaciones trasatlánticas que desde la Segunda Guerra Mundial vienen articulando el pilar básico de la geopolítica del planeta. 

Los últimos seis meses del año pasado, Hungría asumió la presidencia de turno de la Unión Europea, el primer ministro húngaro Victor Orban portaestandartes de la extrema derecha europea y fervoroso seguidor de Trump y devoto acólito de Putin puso Europa bajo el mismo lema que Trump había puesto a América. “Make Europa Greait Again”, seguidismo bobalicón. Trumpismo puro. En realidad, Hungría con Orbán se ha convertido en el faro del movimiento reaccionario continental y a su alrededor se aglutina el grupo Patriots que agrupa a varias extremas derechas europeas y suma el tercer grupo en número del Parlamento de Estrasburgo.

En Madrid, el pasado día 8 de febrero, organizadas por el líder de Vox Abascal organizaron una euforizante reunión en la corriente más pura del pensamiento Maga. La atmósfera triunfalista en la que se desarrolló la cita se explica por el viento que viene desde Washington después de la elección de Trump.

En Munich, el vicepresidente de los Estados Unidos, Vance, ante los líderes europeos pronunció un discurso al más puro estilo fascista. Entre otras cosas dijo: la amenaza que más temo para Europa no es Rusia, no es China, no es un factor externo. Es la amenaza interna, por la retirada de alguno de sus valores fundamentales, valores compartidos con los Estados Unidos. La libertad de expresión está en retroceso en Europa.” 

El señor Vance, el acelerado Elon Musk y nuestro ínclito Abascal apoyan a los neonazis de AfD

Vance desarrolló la idea del retroceso a las libertades y avance del pensamiento antidemocrático por las trabas que algunos ponen a las corrientes ideológicas de la extrema derecha.” El señor Vance, el acelerado Elon Musk y nuestro ínclito Abascal apoyan a los neonazis de AfD. Un partido crudamente racista, xenófobo, machista y todo lo perverso que destila la ideología nazi.

El presidente Trump quiere hacer todo al mismo tiempo, no le importa si con sus decisiones destroza las reglas de la Organización Mundial del Comercio, penalizando a los países emergentes y lo que le importa de manera especial es humillar a Europa. La panoplia de disposiciones y decretos que esta desplegando como escudos proteccionistas de los productos americanos anuncian un desolador futuro para el comercio mundial. En el momento que estoy redactando este escrito me llega una noticia tan vil como desconcertante. Una afirmación que solo se puede escribir en relieve en el libro negro de la infamia. El presidente Trump acaba de decir sin que se le cayera un pelo de su cabellera naranja y sin que la lengua se le pegara al paladar que el responsable de la invasión de Ucrania por parte Rusia es el presidente Zelenski. Todos vimos exactamente lo contrario. En el hemisferio en que se mueve Trump, la verdad y la mentira se mezclan y confunden. Un delirio irracional y absurdo.

Contenido patrocinado

stats