Un zapato de 1924

Hace pocos días en el glaciar del Rongbuk en las faldas del Monte Everest -que con el permiso de los otros 13 majestuosos 8 miles es la montaña más alta de la tierra- fue encontrado por una expedición de National Geographic un zapato de 1924. Hay un consenso generalizado de que el zapato (y los restos que lo acompañan) pertenecen a Andrew Irvine quien entre el 8 y el 9 de junio de 1924 junto a George Mallory intentó -y las evidencias indican que puede que llegara a ser- el primer ser humano en pisar el punto más alto del planeta, los 8.848 metros de la cima del Everest. Pero ni Irvine ni Mallory vivieron para contar su hazaña. El alpinista y geólogo Noel Odell, miembro también de la expedición, fue el último en ver con vida a Irvine y Mallory. Lo hizo con un binocular desde el campamento V cuando, tras despejarse una nube, pudo observarlos ascendiendo entre rocas “decididamente” a 7.900 metros de altura. Poco después las nubes volvieron a tupirse y nunca más volvió a saberse de ellos. Hicieran o no cumbre, la hazaña es pantagruélica. Imagínense rondar los 8.848 metros del Everest con ropas de seda, elegante tweed, lana y una gruesa gabardina. Y con botas de 1924.

Se cumplen 100 años de aquel 1924 que fue, sin duda, un año extraño. El año de la muerte de Vladímir Ilích Uliánov, Lenin, y del nacimiento de George Herbert Walker Bush, padre de George W. Bush, aquel mal estudiante que nos metió en guerras que cambiaron el mundo para siempre y al que, hablando de zapatos, el digno periodista iraquí Muntazer Al Zaidi arrojó un zapato en su desesperación por la destrucción masiva en la que aquella invasión de Iraq basada en una gran mentira sumió a millones de iraquíes.

Lo que está claro es que, se repita o no como “tragedia o como farsa”, como decía Karl Marx al comienzo de “El Dieciocho Brumario de Luis Bonaparte”, pareciera que la historia tiene su rima. Y es que ¿qué cosas sucedían en 1924?

El 8 de enero de 1924 Alfonso XIII de Borbón, tras el golpe de estado de Primo de Rivera, firma un decreto que suspende la inmunidad parlamentaria. Cuentan los cronistas de la época que Alfonso XIII, quien curiosamente sí mantenía para si mismo la inviolabilidad y la inmunidad lo firmó con gusto y alegría por su poco apego a los miembros republicanos del cuerpo legislativo.

La historia rima, y el 25 de mayo de 1924 los Estados Unidos, bajo mandato del Partido Republicano, restringen la inmigración de asiáticos en su territorio según la Ley de inmigración conocida como ley Johnson-Reed o ley de exclusión asiática. El propósito más básico de la Ley de Inmigración de 1924 era “preservar el ideal de homogeneidad de Estados Unidos”. Cien años después, vemos como Trump, Musk y JD Vance, amenazan con su propuesta de Ley de Enemigos Extranjeros a todos los no caucásicos al norte del Río Grande: “En Springfield, (los migrantes) se están comiendo a los perros, la gente que ha llegado, se está comiendo a los gatos, se está comiendo a las mascotas de la gente que vive allí”. Bulos y mentiras: Make América great again.

Las melodías de la historia también conectan la Roma de 1924 y la del 2024. El 10 de junio del 1924 es secuestrado (y posteriormente asesinado) por militantes del partido de Mussolini el diputado socialista italiano Giacomo Matteotti. Quien siga la actualidad italiana sabrá que este año, el gran día de la libertad en Italia, el 25 de abril (el 25 de Aprile se celebra la liberación de Italia del nazismo) se vio enturbiado por la polémica: la RAI, acusada de estar bajo control gubernamental, canceló el monólogo del ensayista Antonio Scurati porque criticaba la negativa de Giorgia Meloni a repudiar el fascismo y a reconocer el papel de figuras democráticas como las del desaparecido Giacomo Matteotti.

La historia también rima en Israel. El 30 de junio de 1924 el poeta judío Jacob Israël de Haan fue asesinado a tiros en Jerusalén por el radical sionista Avraham Tehomi debido a su actividad como disidente intelectual en contra de los excesos del sionismo.

En agosto de 1923, De Haan se reunió en Ammán con el líderes árabes buscando su apoyo para la comunidad judía pre-sionista en “Tierra Santa”. Explicó la oposición de los judíos haredíes a los planes sionistas de fundar un Estado, y el apoyo de los judíos que allí vivían al establecimiento de un Estado palestino oficial dentro del emirato de Transjordania como parte de una federación. Un avanzado para su época. No hablaba de un Estado monoteísta. Sino de un estado plural en el territorio de las actuales Jordania y Palestina.

La historia rima. Sea en Madrid, en Washington, en Roma o en Tel Aviv. Y mientras la historia rima hay cosas que, bajo la mano de la acción humana, también avanzan. Como el cambio climático: en 80 años, el hielo del glaciar Rongbuk se ha reducido en más de 91 metros verticales a través de todo el glaciar. Aproximadamente la altura de la Estatua de la Libertad. ¿Quién sabe qué dirían Irvine y Mallory, alpinistas y amantes de la naturaleza más indómita, si vieran lo que hacemos con los grandes hielos del planeta?