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O nadal sempre serás ti, “abueli”
En “La Diosa Blanca”, Robert Graves viaja a la Antigüedad para recordar cómo se adoraba a la diosa Luna como progenitora de todas las cosas, mientras que los dioses masculinos eran considerados tan solo sus hijos, consortes o víctimas para el sacrificio. El patriarcado invierte las posiciones. ¿Qué religión tiene, hoy día, a una mujer en la cumbre de su adoración? El único papel femenino en la Navidad es el de una virgen que da a luz a la representación humana, masculina por supuesto, de Dios; por mucho que digan que los ángeles no tienen sexo, el de la Anunciación se llama Gabriel; los tres Magos de Oriente que representan a todas las razas y edades son hombres; y por mucho que la Coca-Cola pinte de rojo a Santa Claus, Nicolás de Bari seguirá siendo varón. Habría que preguntar en cada familia, además, cómo se reparten las tareas domésticas en estas fechas de trajín hogareño y, por si todo lo anterior fuese poco, la violencia machista se multiplica en esta época.
Su carrera terminó cuando se casó y abandonó toda actividad artística para dedicarse a los quehaceres domésticos.
El escenario parece desolador, pero siempre hay elementos más ligeros con los que olvidar el profundo desequilibrio del que adolece el planeta. El Año Nuevo llega con sus clásicas celebraciones para rescatarnos. Los deportes de invierno amenizados con una fina música de cámara nos invitan a dejarnos llevar por la belleza, pero ¿seguro que aquí estamos libres del machismo?
El Concierto de Año Nuevo de la Filarmónica de Viena nació en 1939 impulsado por el ministro de propaganda nazi, Goebbels. Desde entonces, ni una sola mujer ha dirigido a la orquesta austríaca. El director italiano Riccardo Muti completó su séptima aparición con una batuta que solo han manipulado 18 hombres. El apartheid femenino también se halla en la partitura. En este 2025 se ha incluido, por vez primera, una obra compuesta por una mujer. Se trata del ‘Ferdinandus-Walzer’, que Constanze Geiger escribió en 1848 con apenas 12 años. Su carrera terminó cuando se casó y abandonó toda actividad artística para dedicarse a los quehaceres domésticos.
Paralelamente, al compás de la “Marcha Radetzky” y de todo el varonil repertorio de los Strauss, da comienzo el otro espectáculo más conocido de Año Nuevo y que también radica a orillas del Danubio. Los esquiadores saltan desde Garmisch-Partenkirchen, una de las rampas del Torneo de los Cuatro Trampolines -dos alemanes y dos austríacos- que remata mañana en Bischofshofen. Los vuelos del vencedor, Daniel Tschofening, inundan las redes, pero ¿qué ocurre con las mujeres? Literalmente, nada. En 2023 consiguieron su propio torneo, conocido como el de las Dos Noches y se espera que en 2026, tengan cuatro citas como los hombres. Por lo pronto, las diferencias son flagrantes: un cheque de 105.000 euros para ellos y otro de 10.000, para ellas. No es lo único que debería sonrojar a la organización. Selina Freitag, vencedora de la categoría femenina del último trampolín recibió como premio una bolsa con gel de ducha, champú y cuatro toallas.
No sé qué pájaros tienen en la cabeza los que repiten hasta la saciedad que hoy día ya no hay machismo. Supongo que serán los mismos que se ofenden por una estampita de una vaquilla del Grand Prix. Seguramente, no habría sido tal el revuelo si se tratase de un toro de Osborne.
@jesusprietodeportes
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