Opinión

A Salvini le va Schettino

Al vicepresidente de Italia y ministro del interior de la bota Matteo Salvini no le gusta Carola Rackete, la joven capitana del “Sea-Watch 3”, así que quiere meterla en el trullo cuanto antes. Normal. Yo ya me lo esperaba. A Salvini le van más los capitanes tipo Schettino, aquel supuesto marino que parecía sacado de la famosa serie de televisión de los setenta "Vacaciones en el mar", cuyo título original en inglés por cierto era "El barco del amor". 

Schettino como todos ustedes recordarán fue aquel capitán guapete, bien plantado y empingorotado que tras estrellar su barco, el “Costa Concordia”, contra unas rocas en la Toscana se apresuró a meterse en una zodiac y largarse a tierra, mientras el pasaje y la tripulación se hundían. Hubo más de 30 muertos en aquel accidente que, digámoslo claramente, no fue un accidente. Eso sí, en las cenas de gala del barco el tipo aparecía siempre como un pincel y con una sonrisa perfectamente dentífrica.

A Schettino le cayeron 16 años por aquello así que doy por hecho que aun seguirá en la cárcel. Lo que me lleva a concluir que Salvini quiere hacer un intercambio como si fuera un mediador de esos que salen en las películas de secuestros: Carola Rackete por Francesco Schettini. Cuanto más lo pienso más lógico me parece. Sacar de la cárcel a Francesco y meter en ella a Carola sería todo un éxito político para él. 

Matteo Salvini a pesar de su apellido no se dedica a sacar del mar a personas que se ahogan sean hombres, mujeres o niños, sino a hacerles aguadillas a ver si así desaparecen de una maldita vez antes de llegar a Lampedusa o al puerto que sea.

A Salvini le va Schettino. Yo creo que son novios y que se quieren con locura. El personaje que más nos gustaba a todos los espectadores de aquella "Vacaciones en el mar" era lógicamente el barman negro Isaac interpretado por Ted Lange, que yo sospecho que estaba enamorado del doctor Brian interpretado por Bernie Kopell. Pero, claro, aquel amor era imposible. El primero se dedicaba a destrozarle el hígado a todos los cruceristas y el segundo estaba inútilmente empeñado en curarlos de la cirrosis.

Todo esto podría parecer una broma pero no lo es. Es muy serio. Y así lo explicó Carola Rackete cuando le contestó al Salvini a propósito de la orden de detención que dictó contra ella: 

"No he leído sus palabras porque no he tenido tiempo. Tengo que ocuparme de 42 personas. Sus problemas me tienen ocupada día y noche, te lo aseguro. Son muy frustrantes las comunicaciones con gobiernos que no asumen ninguna responsabilidad. Además, estoy a cargo de 21 personas de la tripulación que han trabajado mucho y están fatigados, cansados, frustrados y que también sufren psicológicamente por la situación. Así que tengo a 60 personas de las que preocuparme, de modo que el señor Salvini tendrá que ponerse a la cola”.

Te puede interesar