Opinión

Ciudadano Bergoglio

Me he enterado hace unos días por el españolísimo (esto es como llamarle a alguien generalísimo, supongo que se dan cuenta) Santiago Abascal de que el papa ya no se llama Su Santidad, Santo Padre, Sumo Pontífice, Obispo de Roma, Vicario de Cristo ni nada parecido. Ni siquiera se llama papa Francisco. Ahora se llama simplemente "ciudadano Bergoglio".

Este hombre y me refiero al político español no al sucesor de San Pedro, es una mina de ocurrencias surrealistas mejor que Tip y Coll. No entiendo que lleve toda su vida cobrando del erario público sin dar un palo al agua, cuando podría sacarse un sueldo estupendo y llevárselo a casa honradamente con un programa cómico en la tele. Sería un éxito en prime time. Mucho mejor que el imbécil de Pablo Motos.

La gracia de este humorista se basa como la de Coll no la de Tip (Tip se reía) en que dice las cosas con cara de patata. Muy serio. Como si todo lo que sale por su boca fuera tan trascendente como la arenga de un general en un campo de guerra, o el compungido discurso de un primer ministro a un pueblo atemorizado en medio de un desastre nacional.

El recurso escenográfico de la seriedad es típico de muchos grandes cómicos. En España tenemos ejemplos recientes fabulosos como Gila o Eugenio que no se reían nunca pero hacían que nos desternilláramos los demás. O Charlie Rivel que llevaba su seriedad hasta la tristeza y la pena, llegando al punto de gemir y ponerse a llorar a gritos delante de todo el mundo. Y por supuesto yéndonos afuera, al extranjero que diría un conocido mío, el gran serio de todos los tiempos fue Buster Keaton. Un tipo insuperable en parecer serio. Ni Churchill ni Stalin estuvieron nunca a su altura.

Pero la impostada seriedad de Santiaguito no tiene nada que ver con esos personajes maravillosos que cité antes. Cada día resulta más ridícula y falsa. En realidad todo en él es falso. Lo de llamarle al papa "ciudadano Bergoglio" no se le hubiera ocurrido ni a la peor versión de Hugo Chávez, que por cierto era un hombre religioso al que visitaba a menudo el Espíritu Santo, y siempre llevaba una Biblia diminuta en el bolsillo ¿se acuerdan? De hecho tras su fallecimiento el Espíritu Santo en forma de pajarito siguió visitando a su sucesor Nicolás Maduro, aunque el actual presidente de Venezuela ya no menciona a aquel fringílido desde hace tiempo.

A Santiaguito le gustaría ser el de ¡Santiago y cierra España!, pero eso quedó atrás hace mucho, la última vez que yo recuerde en los comics del Capitán Trueno. Ya nadie se cree esas cosas hoy en día, aunque él siga intentando vendernos esa película rara montando a caballo de vez en cuando.

Yo no soy religioso pero estoy dispuesto a aceptar que llamemos al papa "ciudadano Bergoglio" a condición de que dejemos de llamar a Santiaguito "ciudadano".

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