Opinión

De pasto en pasto

De pasto en pasto y tiro porque me basto. Esta es nuestra realidad. O sea, como el juego de la Oca pero sin ocas. Nuestros políticos andan de pasto en pasto desde hace unos días y semanas, como sedientas y llorosas ovejas tras atravesar sin agua ni alimentos durante un largo periplo el desierto del Sahara, el del Gobi, o el de Atacama. No sé. En cualquier caso eso es muy duro. Imagínenselo ustedes. Tanto tiempo sin beber ni siquiera un maldito sorbo de bourbon. En una situación así hasta Frank Sinatra se suicidaría, pero los valientes de la derecha, con los brazos en alto, han aguantado al pie del cañón como héroes y han conseguido llegar al ansiado oasis.

Por suerte para ellos a Vox aún le quedaban unas gotas del preciado líquido, agua se supone, no bourbon, en una vieja cantimplora de la OJE, lo que ha permitido que pudieran recuperar un poco el resuello los ya escasos y maltratados rebaños de ovejas del PP y Ciudadanos, dispuestos ahora a atravesar con nuevos bríos la Cañada Real y pasar orgullosamente erguidos como un ejército lanzado hacia adelante, balando y cantando su himno de victoria "beeee, beeee" a través de Madrid bajo la Puerta de Alcalá. Todo esto ante la atónita mirada de Manuela Carmena, una señora que en lugar de ovejas apacienta empanadillas.

A Podemos también le ha ocurrido algo parecido no se crean. Sus ovejas se quedaron sin agua a lo largo de aquella dura travesía electoral y ahora el pastor que las cuida (Pedro Sánchez) ayudado por algunos perritos ovejeros catalanes de la raza gos d'atura, ya saben son esos perros del Pirineo que manejan rebaños de rumiantes como si fueran magos, afirma que no tiene de ese líquido elemento para darles, mientras el muy ladino oculta la bota zaragozana llena en el zurrón, para que los mamíferos artiodáctilos no se la vean.

Después están las ovejas de Esquerra, el PNV y otras regiones de España, que también lo están pasando muy mal. Es lo que tiene la sequía, que afecta a todos por igual. Por eso Franco inauguraba pantanos por todas partes, para que el ganado tuviera donde beber y no se muriera de sed. Claro que esas ovejas llamémoslas "periféricas" suelen ser más bien carneros, con unos cuernos que asustan un poco si uno no está acostumbrado. Pero no nos preocupemos, todos son rumiantes. Son inofensivos. Solo quieren pastar y pastar, y eso está bien. Que pasten todos unos con otros libremente, a condición de que no acaben con la hierba, que ya no nos queda mucha.

¡Ah! No sé si habrán dado cuenta ustedes pero llevo más de cuatrocientas palabras desbarrando como un imbécil. Me acabo de dar cuenta ahora. Lo siento. Perdonen. He estado poniendo todo el tiempo una "s" en la palabra pastar, cuando en realidad tenía que ser una "c", pactar. ¡Qué error imperdonable! Tendré que escribir de nuevo todo el artículo.

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