Opinión

Doce hombres sin piedad

Mi madre que es una mujer mayor, culta y muy lectora, suele preguntarme a menudo: Oye, ¿por qué no vuelven a poner Estudio 1, que era tan bueno? Yo le respondo que ya no le gustaría a nadie hoy porque era en blanco y negro, con una producción modesta, sin efectos especiales y que, por eso se llamaba Estudio 1, se hacía todo en un único plató. Y que eso hoy no entretiene, especialmente no entretiene a los más jóvenes.

El otro día en este confinamiento en el que nos encontramos una conocida subió al Facebook un link con un antiguo Estudio 1 de Televisión Española. Como aquel día no había nada decente en la tele me puse a verlo y me quedé colgado y fascinado. 

Era la versión de "Doce hombres sin piedad" de 1973 que yo había visto por la tele de chaval. A pesar de la inevitable mala calidad de imagen me pareció impresionante. No pude quitar los ojos de la pantalla, ni las orejas de lo que decían los protagonistas. Los doce hombres allí eran majestuosos actores españoles: Jesús Puente, Pedro Osinaga, José Bódalo, Luis Prendes, Manuel Alexandre, Antonio Casal, Sancho Gracia, José María Rodero, Carlos Lemos, Ismael Merlo, Fernando Delgado y Rafael Alonso. Majestuosos. Para que después vengan algunos indocumentados a hablar de "titiriteros". ¡Jo! Nos enriquecen más los "titiriteros" que todos esos políticos idiotas juntos. 

Además la realización de Gustavo Pérez Puig en un único escenario tan agobiante, y las interpretaciones de los actores quitan el hipo. Para colmo la música de fondo era "House of de Rising Sun" de The Animals, una de mis canciones favoritas. Por cierto que "Doce hombres sin piedad" podría titularse "Un hombre con piedad" y el argumento sería exactamente el mismo.

Al día siguiente me puse la maravillosa versión cinematográfica de Sidney Lumet protagonizada por Henry Fonda, una de mis películas de cabecera. No aprecié ninguna diferencia con el Estudio 1, salvo ya digo las que tienen que ver con la producción de una película de Hollywood de lujo y un programa de televisión española hecho con cuatro duros (no había euros entonces) en los setenta.

En este confinamiento casero que nos ha tocado creo que a muchos nos vendría bien, y ahí mi madre tiene toda la razón, ver otra vez Estudio 1, La Clave de Balbín, aquel programa de cine de Martín Ferrand que ya no recuerdo cómo se llamaba, El Hombre y la Tierra de Félix, La Bola de Cristal, Informe Semanal, o La Edad de Oro de Paloma Chamorro. Lo pasaríamos mejor que con la programación de las trescientas cadenas de ahora, porque a pesar de tanta serie y tanta tontería, ninguna vale para nada.

Y estoy seguro de que esta opinión mía no tiene nada que ver con mi edad. Como dijo una vez un personaje muy "cool" entrevistado por El Mundo Today: "Yo ya era gilipollas mucho antes de que se pusiera de moda". 

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