Opinión

El bloque

No, el título de este artículo no tiene nada que ver con el del ábum de Pink Floyd. Eso sería El Muro, The Wall.

El fulgurante ascenso del BNG en la última cita electoral es un mérito atribuible casi en su totalidad a Ana Pontón, una mujer inteligente que habla muy bien y moderadamente moderada. 

Digo "casi" porque creo que también han tenido una enorme influencia en ese resultado por fin los gobiernos, algunos heroicos como una travesía del desierto, de alcaldes como Fernández Lores (Pontevedra) y corporaciones de otras localidades como Allariz (Ourense) u Oleiros (A Coruña), gestionados con eficiencia desde tiempo inmemorial por el BNG. Pues el tiempo ha acabado por darles la razón. ¡Enhorabuena, muchachos!

Según un periódico español poco de fiar (el ABC) Ana Pontón está siendo investigada por la Fiscalía de la Audiencia Nacional por unas declaraciones en las que la diputada del Bloque afirmó que "los Borbones son ladrones y corruptos", algo que ya sabíamos todos los españoles desde el siglo XVIII. Para ese viaje no hacían falta alforjas.

Pero a mí eso no me interesa. Me interesa otra cosa. El grupo parlamentario actual del Bloque lo forman 19 diputados. Un crecimiento repentino que es todo un éxito político. El grupo parlamentario de Vox en el congreso lo forman 52 diputados. Un crecimiento repentino que es todo un éxito político. No sé si se dan cuenta ustedes de las similitudes que hay entre ambas formaciones a pesar de su distancia ideológica. 

Y me explico. Ambas tienen en su naturaleza y en su corazón ideas inamovibles, i-na-mo-vi-bles repito, aunque distintas. Vox cree que hay que apalear a inmigrantes, homosexuales o comunistas, y que todos debemos llevar la bandera de España tatuada no digo dónde; y el Bloque cree que hay que apalear a los castellano hablantes como si fuéramos hippies en las Cíes, y que deberíamos separanos de España e irnos a navegar solitos por el Atlántico. Vale. Solo son dos reflexiones mías, quizás de broma.

Es decir que Ana Pontón (ya he dicho que la aprecio y me parece buena política) si fuera presidenta de la Xunta sería como Quim Torra, un tipo obsesionado por llevar a Cataluña a la independencia contra la opinión del 50% de sus conciudadanos. Pues Ana Pontón también, ya que no podría sustraerse a los deseos y aspiraciones de su corazón, loables por otra parte. Y querría algo peor que lo de Torra: llevar a Galicia a la independencia contra los deseos del 80% de sus conciudadanos.

Últimamente me he dado cuenta de que el galleguismo es un sentimiento muy distinto al de los nacionalismos catalán o vasco. Es más cultural, social, íntimo, familiar y poco político. Es como algo así, recítenlo please para entenderlo con un cierto cabreo en la voz: "déjame con mi idioma, mi empanada y mi lacón con grelos, que ya me arreglaré yo. Por lo demás... vai por ahí rapás e fai o que queiras".

Saúde, xente!

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