Opinión

Futbolistas inteligentes

Obviamente el título de este artículo es un oxímoron. Una figura retórica que consiste en unir o asociar dos conceptos contrapuestos como por ejemplo "fuego helado", "silencioso trueno" o "placentero dolor". Se emplea mucho en la poesía mística.

No soy yo muy deportista. Lo fui entre mis veinte y treinta años, pero ya no. Con el tiempo y la edad me he vuelto perezoso. Pero me gusta el deporte y solo siento admiración por los deportistas. Nunca fui de fútbol ni de crío, pero sí de baloncesto, natación, bici, atletismo...

El fútbol me resulta fascinante y no por lo que suele salir habitualmente en los telediarios sobre fútbol, sino por otra cosa. Por ese chiquillo negro, anónimo y desnudo que con una pelota de trapo que ni siquiera es esférica, juega en África en un campo de barro y sueña con ser un día Messi o Cristiano Ronaldo. Ese chaval lo sueña porque quiere ser un héroe, pero también y sobre todo lo sueña porque quiere sacar a su familia de la pobreza. Esa es la grandeza de ese deporte que los medios y la publicidad han llevado hasta los últimos desiertos del mundo. Eso nunca sale en los telediarios.

No hay futbolistas inteligentes. Eso no existe. Es un oxímoron. Salvando las excepciones que como bien dice el refrán confirman la regla, véase Valdano y algunos más que todos conocemos y tristemente son pocos, el 99% de los futbolistas son unos catetos integrales. Y es lógico. Si se pasan todo el día jugando y entrenando no tienen mucho tiempo para leer. Ya decía Borges que el fútbol es popular precisamente porque la estupidez es popular.

Yo cuando conozco o me presentan a alguien supercachas y que es obvio que se pasa diez horas al día en el gimnasio, ya sé desde el primer momento que su conversación, si es que la tiene, no me va a interesar en absoluto. Y también sé que la mía no le interesará a él.

Los futbolistas cuando salen por la tele dicen todos las mismas frases huecas, como si se las hubiera escrito un mal redactor repetitivo e idiota: que si tenemos mucha ilusión, que si la afición nos apoya, que si vamos a darlo todo, que si el equipo está muy bien, que si el "mister" dice no sé qué, que si la recuperación de mi lesión va genial. Y todo así.

Y si hablo de futbolistas es porque hay deportistas, generalmente de otras disciplinas, desde Miguel Indurain hasta Rafa Nadal o Pau Gassol por citar algunos, que cuando salen por la tele dicen lo que tienen que decir y punto. No se lían.

Lo increíble del fútbol es que ocupe quince minutos en cada telediario. Claro que más increíble aun es que ocupen el resto del tiempo Pablo Casado, Albert Rivera, Pablo Iglesias, Pedro Sánchez, Santiago Abascal, etc. Eso sí que es increíble... porque esos tipos ni siquiera saben darle una patada decente a un balón.

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