Hace semanas escribí un artículo aquí en el que mencionaba a Greta y algunos no me entendieron bien, creo. Voy a intentar desmontar ciertas tonterías que se esgrimen acerca de ella porque, la verdad, ya me cansa oírlas.
1ª) Debería estar en el colegio. Bueno, también la infanta Leonor debería estar en el colegio y no dando premios por ahí porque, seamos serios, la infanta falta a clase constantemente. Claro que tendrá buenos maestros en casa para recuperar.
2ª) Está explotada por sus padres. ¡Toma! Como Rafa Nadal cuando era niño. Quienes esgrimen esta idea parecen olvidar que Rafa quería jugar al tenis ya de crío, y Greta quiere hacer lo que está haciendo. O eso parece. Es decir, que es lo mismo. ¿O no?
3ª) Siempre está enfadada. ¿No les parece lógico teniendo en cuenta su tema? Porque ella, no sé si se han fijado ustedes, solo tiene un tema. Eso dejando aparte el asunto Asperger que no tocaré porque solo un malintencionado entraría a comentarlo.
4ª) Es una niña. No. No lo es. Es una adolescente. Tiene diecisiete años. Yo a los diecisiete estaba leyendo las obras completas de Marx, Engels, Rosa Luxemburgo, Proudhon, Bakunin y los filósofos griegos. No es una niña a pesar de su aspecto infantil y sus trenzas. Nadie es un niño a los diecisiete. A los diecisiete la cabeza te va a mil por hora (al menos para mi fue así) y no solo eres perfectamente consciente de lo que piensas o dices, sino que eres muy lúcido. No eres una marioneta. Yo hoy, a mis casi sesenta años, aun encuentro a veces antiguos apuntes míos de sexto de bachillerato o de COU sobre literatura o historia y sinceramente, al leerlos no los entiendo. Y no los entiendo porque son... demasiado profundos y brillantes.
5ª) Está financiada por ocultos y misteriosos intereses económicos, ideológicos o incluso religiosos (!). Vamos, como si Greta perteneciera a una extraña masonería medieval inventada en Hollywood. La verdad es que eso solo suena a un estúpido argumento de una mala novela de Dan Brown tipo "El Código Da Vinci". Por supuesto que alguien pondrá dinero para pagar sus viajes y sus gastos, nos ha fastidiado, no vive del aire, pero de ahí a pensar que es una especie de infiltrada "illuminati" en nuestro tejido social hay mucha distancia. Sobre todo distancia intelectual y de sentido común.
A propósito de "El Código Da Vinci" no sé si tengo que recordar que la trama de esa novela idiota al final se resuelve con una frase escrita "en espejo". Un truco tan torpe que ya lo habíamos visto todos a los trece o catorce años docenas de veces en "Los Cinco" o "Los Siete Secretos" de Enid Blyton, o en "Alfred Hitchcock y los Tres Investigadores". Y pensemos que de los catorce a los diecisiete hay un trecho enorme.
En fin, no voy a seguir porque ya digo que me canso. Great Greta.
