Opinión

La RAE y los roedores

En este querido país nuestro hay una raza, clase, especie, o no sé cómo llamarla de mamíferos roedores malinformados (¡mardito roedore!, que diría el gato Jinks), empeñados en que la RAE sea algo distinto de lo que es. O sea, como si yo y un grupo de amigos nos empeñáramos en que los robles fueran arácnidos, o en que el Museo del Prado fuera la estación de tren de Canfranc. Pues no. Ni los robles son arácnidos, ni El Prado es la estación de Canfranc.

Aun a sabiendas de que ninguno de esos combativos activistas (por lo general políticos) que tanto se hacen oír en los medios de comunicación me leerán y aunque lo hicieran no sabrían de qué hablo, lo voy a explicar a ver si puedo en un lenguaje que ellos, que solo leen el Marca por el móvil, entiendan bien, un lenguaje deportivo. Ahí va.

La RAE es un coche-escoba. Dicho esto, solo a un idiota se le ocurriría decirle al coche-escoba que se pusiera delante de la carrera. Pregúntenselo a Miguel Induráin si no. Sobre todo porque si el coche escoba se hubiera puesto delante Induráin nunca hubiera ganado sus cinco Tours de Francia.

La RAE recoge los usos más comunes y habituales de los hablantes, los clasifica, los pone por escrito bien ordenados, un trabajo ímprobo, para que los hablantes, si por alguna absurda razón queremos consultarlo algún día, podamos saber cómo hablamos y cómo somos, o cómo hablábamos y cómo éramos en el pasado. Pero no dicta normas, ni leyes, ni impone nada. Ni tiene esa autoridad, ni tiene esa intención. 

O sea que la RAE es un coche-escoba como dije. ¿Hay alguien por aquí que quiera un coche-escoba en cabeza de la carrera? Si lo hay que hable ahora o calle para siempre. 

No sé ustedes pero la verdad yo prefiero, y creo que la RAE también lo prefiere, que el coche-escoba vaya detrás. De otro modo no serviría para nada. Pero los roedores solo quieren roer y roer y roer. Y si no roen no están contentos.

Algunos incluso desde importantes puestos de la Administración le están pidiendo a la RAE desde hace tiempo que se ponga a la cabeza de la carrera. Otros la tachan de retrógada porque siempre va detrás (!). Y otros hasta la desprecian porque según una tesis muy moderna e interesante "a mí no me manda nadie y lo que digo yo o como hablo es lo único que vale". Esta es una idea fabulosa sacada de wasap que es las nueva fuente de información y cultura incluso filosófica de nuestro tiempo de mucha gente: "ami nm mda ndie i lo ke digollo slo kebale".

¿Se dan cuenta de qué bien manejo yo la críptica y complejísima escritura wasapera? Y eso que me deshice del wasap hace dos años y no practico. Las lenguas es lo que tienen: que si no se hablan, se olvidan.

"¡Mardito roedore!"

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