Opinión

Peter Brabeck es fantomas

Peter Brabeck es un exdirector de Nestlé, una compañía muy poderosa y conocida por producir a nivel mundial toda clase de alimentos que no son alimentos. Yo dejé de comprarlos hace tiempo, algo difícil porque sus productos se ocultan como trampas de Fantomas bajo toda clase de apariencias y nombres distintos, y hay que leer siempre la letra pequeña. 

Quizá algunos recuerden una broma visual publicitaria de hace años en la que el logotipo de Nescafé (uno de los miles de productos de Nestlé) pasaba a ser "Noescafé". Pues bien, ya digo, acabo de descubrir que Brabeck, ese tipo educadísimo que habla tan sosegadamente, es Fantomas. ¿Se acuerdan de Fantomas?

Según Brabeck en una entrevista de hace unos meses en la que en este hombre brillante, triunfador, multimillonario, se explayó a gusto, el acceso al agua potable no puede ser un derecho tal como ha dicho la Asamblea General de las Naciones Unidas y creíamos todos. No. Según él el agua es un simple alimento por el que hay que pagar, un recurso que debe ser gestionado privadamente por empresarios tan listillos como él. Lo siguiente será el aire, claro. No me cabe duda de que este tipo es Fantomas.

En los países avanzados todos pagamos por el agua, o al menos porque llegue agua potable a nuestras casas. Pagamos vía impuestos, cánones, etc., ya que para tener agua en casa tiene que haber detrás una infraestructura de trabajo y costes que es necesario financiar y mantener. Lógico. Eso ya lo habían inventado los romanos con los acueductos.

A Fantomas le importan un rábano los millones de personas que no pueden pagar nada porque ni tienen esa oportunidad ni el dinero para hacerlo, pero inevitablemente tienen que recorrer cada día diez kilómetros a pie para conseguir un simple cubo de agua más o menos limpia para hacer la comida o lavar a sus niños un poquito. Ese tipo, Brabeck, es Fantomas repito, véanlo y escúchenlo con atención y también ustedes se darán cuenta.

Fantomas es un personaje de la literatura del siglo pasado y recreado por el cine en los años sesenta. Es uno de los peores malos que se nos puedan haber ocurrido nunca. Ni el Joker de Batman, ni Hannibal Lecter, ni ningún otro supervillano le llega a la suela de los zapatos. 

Pues Brabeck es Fantomas. Con su pelo engominado, sus corbatas planchadas, sus elegantes trajes y su cara rasuradita con un estupendo aftershave hidratante. Claro que si Brabeck no tuviera una buena ducha en casa, difícilmente ofrecería ese aspecto bien cuidado que da en las fotos. Para él el agua es simplemente un producto de consumo pero, eso sí, Brabeck la consume todos los días por hectolitros. Seguro que siempre tiene la piscina llena.

Aquí también tenemos un Peter Brabeck local muy rarito, pero el nuestro se llama Marcos de Quinto y se emborracha habitualmente con Coca Cola, ¡qué castizo! Bueno, Coca Cola o Nestlé... qué más dará.

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