Opinión

Pops de Pollo

La brillante dietista Isabel Díaz Ayuso ha defendido el otro día con vehemencia en la Asamblea de la Comunidad de Madrid esos menús infantiles que se le han ocurrido a ella en colaboración con Rodilla y Telepizza, dos empresas que no tienen la culpa de nada de esto y hacen su trabajo estupendamente. Pero aclarémonos: su trabajo no consiste en alimentar a niños, por muy apetecibles que sean los productos que ofrecen.

Cuando yo vivía en Madrid a finales de los años ochenta, Rodilla era el típico sitio al que ibas a comprar un montón de pinchos variados para un cumpleaños en el que tenías muchos invitados en casa. Así no tenías que cocinar ni preparar nada y te limitabas a recibir a la gente, enchufarles una copa de cava en la mano y dejarlos a su aire por el salón para que fueran picando de las bandejas. 

Los bocadillitos y sandwiches de Rodilla eran riquísimos de sabor pero básicamente estaban hechos de pan y rellenos de alguna pasta sabrosa sí, pero una pasta cuyos supuestos ingredientes originales eran indistinguibles. De hecho y por contra cuando ibas tú con tu novia o con unos amigos a tomar un aperitivo un domingo por la mañana no ibas a un Rodilla, sino a un Mallorca donde los cruasancitos y bocadillitos tenían dentro jamón, salmón o lo que fuera bien visible.

Lo de Telepizza es algo parecido. En el bajo de mi casa hay una pizzería que no es de Telepizza, es de un chico argentino muy majo. Sus pizzas, todo el barrio lo dice, son buenísimas, mucho mejores que las de Telepizza. A veces le compro una y al llegar a casa a pesar de todo suelo añadirle más anchoas, más aceitunas o más de todo. Y ya digo que son muy buenas tal cual.

Díaz Ayuso le ha explicado en la Asamblea de la Comunidad de Madrid a unos señores que se alimentan básicamente de raya en caldeirada, solomillo a la plancha, bacalao al pil pil, cocido, ternasco o chuletón a la brasa, que los sandwiches, los pops de pollo (yo ni siquiera sabía que los pollos tuvieran pops) y la pizza son una dieta genial para los niños porque en sus propias palabras, las de Díaz Ayuso: "a los niños les encantan esas comidas". ¡Toma ya, y los chuches! Hasta le hubiera salido más barato hacer menús infantiles con chuches. Es una idea que le dejo aquí, por si le interesa.

Lo de los pops de pollo que no acabo de entender porqué no los llaman croquetas, quizá porque son unas croquetas espantosas, merece un aparte. A mí me recuerdan otra delicia gastronómica misteriosísima: los "palitos de merluza". Siempre he soñado con ver por la tele un documental de naturaleza de la BBC en el que el gran David Attenborough me explique en detalle como se aparean los palitos de merluza en el Mar del Norte.

¡Niños, acabáos la pizza de una vez!

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