Según ha destapado El Español, un periódico poco sospechoso de ser antirreligioso, la Iglesia Católica destina el doble de sus beneficios de la Renta (beneficios llenos de inaceptables privilegios, por cierto) a TreceTv, un canal de televisión que no ve casi nadie. O sea y por aclaranos, el doble comparado con lo que la misma institución, la Iglesia, destina a Cáritas. Veinte millones para TreceTv y doce para Cáritas.
Cáritas es una organización que hasta los españoles más anticlericales respetamos a pesar de las reservas que podamos tener con respecto a cuestiones menores religiosas o ideológicas que se dan en ciertos casos y puedan molestarnos. Pero eso no es lo habitual, lo habitual y lo cierto es que Cáritas hace una labor social en general admirable.
TreceTv es un canal en el que solo salen tipos despotricando contra todos aquellos que se les ocurren. Y los que se les ocurren curiosamente son siempre los mismos: el PSOE, los de Podemos, los colectivos LGTBI, el feminismo, Bildu o cualquier otro partido nacionalista, los “indepes” catalanes, las autonomías en general y todo aquello que no tenga que ver con el franquismo o con aquel retrógrado nacionalcatolicismo que gracias a Dios desapareció bajo palio hace mucho.
Entre intervención e intervención televisiva de sus atildados contertulios o presentadores encorbatados y repeinados con gomina barata pero iluminados de pena, rodados de pena, con un sonido de pena, en estudios de pena y emitidos que da pena TreceTv intercala de vez en cuando algunas películas antiguas que ¡Jesús! parece que las eligieron y compraron en un saldo de liquidación de un videoclub de los años setenta, que ya había cerrado cuando la aparición del DVD. Las peores, eso sí. Y lo digo yo que soy bastante cinéfilo y me gustan mucho los clásicos del cine.
O sea que TreceTv es una televisión de pena. Una hecha malamente con cuatro duros. Y no digo con cuatro perras pues ya nadie entiende esta expresión desde que existe el euro. Y sin embargo reciben veinte millones de euros al año, el doble de lo que recibe Cáritas. Será para pagar los sueldos de sus presentadores y tertulianos, porque para pagar la producción no es. Y lo sé porque he hecho unos cuantos spots de televisión y sé lo que cuestan y cómo se hacen. A efectos de producción televisiva está mucho mejor hecho cualquier canal de cartomancia como el de Rosi Vilas: "¿Qué te inquieta, qué te molesta, qué te perturba? ¿Tienes problemas de salud, complicaciones con el amor o necesitas dinero? Llámame y te ayudaré con el tarot. Soy Rosi Vilas."
Y digo yo señores (aquí no hay señoras) de la Conferencia Episcopal, y no quiero darles lecciones: ¿Qué tal si cierran esa estúpida televisión que no ve ni Dios ni cuando transmite una misa aparte de que eso ya lo hace la 2 los domingos, y destinan esos veinte millones de euros también a Cáritas? Aunque solo sea... por caridad.
