Como bien saben mis amigos y conocidos yo me he declarado siempre monárquico, por romanticismo. Una especie de romanticismo literario, tal vez de fantasía o del mundo de los cuentos. Puede ser. Me gustan los reyes magos, el rey que rabió, el rey de las ranas y en general todos los reyes imaginados o reales desde el mismo Carlos V.
Me parece más bonito tener un rey que tener un presidente de la república. Además los reyes son más decorativos, y si tienes uno pues llegado el caso siempre sabes a quién hay que guillotinar y no te equivocas. El manido argumento republicano que suelen esgrimir muchos amigos míos de que un presidente de la república está elegido por el pueblo no me vale. Elegidos por el pueblo también lo están Donald Trump y Bolsonaro, por no decir Adolf Hitler y otros aun más siginificativos que podría citar. El pueblo no es necesariamente listo.
En el asunto de "el bolso de los dineros" que diría el gran Quevedo, de nuestro rey emérito y que tanto llena los medios de comunicación últimamente hay algo que me llama mucho la atención. Y es que nadie, ningún tertuliano ni opinador vaya al fondo del problema que, ni son las cantidades (ya las estudiaremos y que le caiga el trullo, las multas y devoluciones que le correspondan), ni las propinas que le dio a su chica Corinna. Nooo. El fondo y lo importate es porqué este hombre, rey de España, tenía una cuenta con "el bolso de los dineros" que diría el gran Quevedo, en Suiza.
Yo puedo tener una cuenta en Suiza (no la tengo), usted también puede tenerla, cualquiera. Este es un país libre, todos podemos tener una cuenta en Suiza, en las Caimán, en Angola, en Mozambique o en China. Donde nos dé la gana. Pero el rey de España, precisamente el rey de España ¿por qué tenía "el bolso de los dineros" que diría el gran Quevedo, en Suiza en lugar de tenerlo en el Santander o en el BBVA por ejemplo? ¿No era el rey de España? ¿O es que era el rey de los cantones y los Alpes y no nos dimos cuenta? Yo últimamente cada vez que lo veo por la tele le veo cara de haber comido demasiada "fondue", demasiado queso "appenzeller". Y me da que no le sentó bien. Es lo malo de la "fondue", que repite mucho.
Vale. No hay que quitarle méritos al emérito. No seré yo el que lo haga. El hombre, este hombre suizo que toca el cromorno en las altas cumbres blancas de los Alpes entre sonoros cencerros vacunos, hizo un buen papel de tuerca entre el franquismo y la democracia. Un buen papel de tuerca el 23F. Y un buen papel de tuerca dejando paso a su hijo, algo que sus propias palabras han aclarado: "Lo siento, no volverá a ocurrir".
Pero todo eso pasó y ahora... hablamos de otra cosa.
