Ramón Pastrana
LA PUNTILLA
Ositos
He leído un magnifico artículo de Maruja Torres sobre la crisis griega y el protagonismo de su jefe de gobierno, Papandreu. Sin ánimo de plagiar las conclusiones de la articulista, me permito opinar sobre el personaje con más protagonismo mediático en los últimos días de la historia europea.
Yorgos Papandreu es el último miembro de una saga de primeros ministros de la moderna Grecia. Su padre, Andreas, hijo de Georgios Papandreu, fue el impulsor de las conquistas sociales y políticas de su país, colocando a Grecia en el concierto de las naciones desarrolladas. Fue tal su importancia que, en una encuesta del año 2007, se le recuerda como el mejor presidente y político de Grecia desde su independencia de Turquía. Yorgos tiene, como su padre y su abuelo, una sólida formación académica y la experiencia de una dilatada carrera política, se trata pues de un dirigente con el currículo apropiado para, teóricamente, intentar superar estos momentos tan difíciles para su país. Tal vez intente emular al legendario jefe del estado Ioannis Kapodistrias, que se enfrentó a una crisis política y económica en el año 1827 con el apoyo de las naciones europeas, con ideario de transformación que incluía la creación de un sistema público de enseñanza, acabar con la piratería endémica en el mar Egeo, organizar los servicios públicos o la creación de un ejército nacional; también intentó limitar el poder de los notables, lo que le costó la vida pues fue asesinado por miembros de la familia Mavromihalis (septiembre de 1831) de gran influencia en el país.
Kapodistrias, al igual que Yorgos, conocía a su pueblo, sabía que no era fácil olvidar y borrar la influencia de casi cuatrocientos años de dominio otomano, son conscientes de que nada tiene que ver la Grecia actual con la Atenas de los padres de la ciencia y el pensamiento. La picaresca, la corrupción, la desidia, el fraude? se han instalado en el corazón de gran parte de este pueblo, y de él ha nacido una clase dirigente que no ha dudado en engañar a la UE con datos falsificados de su situación económica y social. Yo mismo cuando he visitado este país he quedado sorprendido por la suciedad de sus calles, el abandono de sus infraestructuras y por las desigualdades sociales de su población, lo que recientemente me ha ratificado mi amiga Maruja Ferreiro, recién llegada de tierras helenas, que no vio ni rastro de los resultados de los fondos estructurales o de cohesión en ninguna de las zonas visitadas.
Yorgos es consciente de que su pueblo necesita a Europa, y como un nuevo Zeus ha tratado de seducirla, no convertido en toro sino en elegante estadista; pero la vieja Europa se ha convertido en una dama austera, fría e inconmovible con aspecto de matrona que defiende intereses crematísticos por encima de afectos temporales, y ha sido tal su firmeza que, atemorizado, el 'joven Papandreu' ha apelado a su pueblo. No está dispuesto a inmolarse sin contar con el respaldo de sus conciudadanos, sabe que arruinaría el honor de su familia y que se le consideraría un traidor entre los suyos. Pero tampoco puede olvidar su papel histórico, comparable al de Pericles o Leónidas I de Esparta (resistió en las Termópilas con 300 espartanos, 400 tebanos y 700 tespios a 300.000 soldados del ejército persa): él debe salvar de nuevo a Grecia. Cuenta con algunas bazas de enorme importancia: su situación geoestratégica, el efecto dominó sobre muchos países, un posible pacto con la oposición conservadora y el debilitamiento del liderazgo de Angela Merkel, que no puede permitir las consecuencias que eso tendría sobre los bancos alemanes y franceses.
Yorgos parece tranquilo, cuando estas líneas se publiquen tal vez no haya superado la moción de confianza, haya retirado la convocatoria de referéndum o haya conseguido un gobierno de salvación nacional, en cualquier caso, Zeus ha vuelto a violar a Europa, el resultado habrá que esperarlo? al menos nueve meses.
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