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JUBILACIONES EN SANIDAD
La provincia de Ourense se caracteriza por su alta esperanza de vida y la elevada edad de sus habitantes. Esto también se percibe en el ámbito laboral, ya que el territorio ourensano cuenta con la cuarta plantilla de médicos más envejecida de toda España.
El 50% del personal sanitario de Ourense se sitúa entre los 65 y 72 años, siendo esta última la edad máxima hasta la que se les permite continuar en activo. Esta tendencia se lleva repitiendo en los últimos años, principalmente provocada por la escasez de médicos que castiga a la provincia. Ante esta situación son muchos los profesionales sanitarios que deciden estirar un poco más su período en activo para paliar, mientras ellos pueden, la falta de profesionales en la provincia.
“No es bueno que la gente joven no tenga trabajo. hay pocos médicos de familia”, explica Fernando Maté
Este es el caso de Fernando Javier Maté, médico de familia en el Centro de Salud de O Irixo. Tras 11 años ejerciendo su trabajo en Atención Primaria, el facultativo ourensano tiene ya 68, los últimos tres en activo los ha trabajado a pesar de que su situación le permite optar a la jubilación. “Podía estar en casa, pero, sin embargo, sigo aquí, me siento en condiciones para trabajar”, explica Fernando.
Desde el Colegio Oficial de Médicos de Ourense cuantifican que la mayor tasa de personal sanitario que se jubila al llegar a los 65 años se produce en Medicina de Familia. En el caso de otras especialidades sanitarias, principalmente las que se encuentran en el CHUO, los facultativos deciden alargar un poco más su vida laboral. Maté es una excepción, ya que él mismo es consciente de la falta de profesionales en el sector y aún más cuando se trata del rural. “Ves que no hay médicos para suplir y que puedes seguir trabajando, así que decides echar una mano en el sistema”, comenta.
Desde su posición, Fernando hace también una radiografía del sistema sanitario en Ourense, tan envejecido como lo está en la actualidad. “Si hubiera médicos de sobra yo no estaría aquí, no es bueno que la gente joven no tenga trabajo y hay pocos médicos de familia”, confesaba Maté. Pero él no es el único, sino que otros facultativos de su quinta comparten su misma situación. “Sé que hay en otras especialidades que siguen prorrogando, pero no sé si hay las mismas carencias que en medicina de familia”, reconoce el facultativo.
“Creo que en cuanto salgan nuevas promociones tendré que dar un paso a un lado y dejar a gente nueva”
Al igual que Fernando Javier Maté, son muchos los médicos que continúan su labor como profesionales de la salud a pesar de su edad, pero esperan que pronto la sanidad ourensana pueda recibir a una reciente generación de facultativos que den un aire fresco a la atención sanitaria. “Creo que en cuanto salgan nuevas promociones tendré que dar un paso a un lado y dejar a gente nueva”, comenta desde su plaza en O Irixo. La falta de formación asegura que no es un problema, ya que “hoy salen muy bien preparados”, y en su caso, como en el de sus compañeros, “nosotros lo que podemos aportar ahora es la experiencia”, finaliza Maté.
Hace unos años a los profesionales del sector se les obligaba a jubilarse al cumplir los 65 años, algo que causó muchas quejas entre el personal, como recuerdan desde el Colegio de Médicos. Pero ante la falta de personal en la provincia de Ourense, y también en Galicia en general, la Consellería de Sanidade implantó como medida de urgencia ante esta situación la prórroga de la edad de jubilación hasta los 72 años. Los sanitarios a partir de los 65 años pueden gozar de una “jubilación activa”, que les permite continuar trabajando a tiempo parcial a la vez que cobran el 75% de la pensión.
En la provincia de Ourense casi el 50% de los médicos se han acogido a esta medida para hacer frente a la falta de personal en los centros de salud y complejos hospitalarios, aunque Fernando Javier Maté recalca un par de puntos con respecto a aquellos profesionales que se acogen a esta jubilación activa. “Todo en función de la carga asistencial que tenga el personal en su cupo. Cuando la actividad es más exigente te planteas seguir”, explica. En su caso particular, Maté asegura que ese no es el principal problema, aunque su puesto en el centro de salud de O Irixo le obliga a tener que desplazarse todos los días, pero esto se compensa con que “la carga no es tan grande” al tratarse de un centro en el rural. Eso sí, también afirma que para aquellos que se han planteado seguir que las razones económicas no priman en esta decisión.
Un estudio publicado recientemente por la Organización Médica Colegial de España refleja la situación de la plantilla de personal en las diferentes provincias, en el que tan solo Palencia, Soria y Huesca superan la edad media de los médicos ourensanos, que se sitúa en los 51,35. El principal reto de la provincia será cubrir las jubilaciones masivas, en un momento en el que comienzan a pasar a la inactividad decenas de nacidos en el baby-boom.
Los datos de cierre del 2023 del Instituto Galego de Estatística (IGE) sitúan en casi el 43% la cifra de facultativos no jubilados en la provincia que superan los 55 años de edad. De estos últimos, casi el 50% se encuentra entre los 65 y 72 años, suponiendo prácticamente la mitad del personal de la provincia.
La falta de personal se ha hecho notar en toda el área sanitaria, donde se han registrado casos de médicos jubilados que han vuelto a ejercer ante las dificultades del Sergas para cubrir las plazas vacantes. Las estadísticas muestran que la escasez de profesionales sanitarios se ve principalmente afectada por la jubilación progresiva de médicos, unas cifras que se repiten cada año. En 2024 un total de 378 profesionales se han retirado, una cantidad que ha aumentado año a año.
Ante la gravedad de la situación, el Gobierno central ha tenido que tomar decisiones urgentes para que la atención sanitaria no se vea comprometida por la falta de profesionales. Además de prorrogar hasta los 72 años la edad máxima para ejercer, entre 2023 y 2024 se colegiaron en Ourense un total de 26 médicos foráneos, principalmente de Venezuela, Colombia y Cuba.
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