Eugenio Belov, ucraniano refugiado: “Yo tengo 40 años y me creía fuerte hasta que vi la guerra”
REFUGIADOS DE GUERRA
El refugiado de la guerra de Ucrania, Eugenio Belov, cuenta su historia de cómo vivió en su ciudad y cómo llegó a Ourense
Eugenio Belov fue uno de los primeros ucranianos que se vieron afectados por la guerra. El conflicto en el Dombás hizo que en 2014 se pusiera sobre la mesa la opción de abandonar Donetsk con su mujer y sus tres hijos. Lo que inicialmente fue una mudanza dentro del país, tardó poco en convertirse en un traslado a España en 2019. “El primer año estuvimos en Aragón, y era muy difícil porque en aquel momento no nos daban la protección de guerra al considerarse solo un conflicto”, reconoce Eugenio, que tuvo que aferrarse a las pocas opciones que se le presentaban para darle una vida a sus hijos. El avance de la guerra en Ucrania permitió legalizar su situación, abriéndole las puertas del que hoy sigue siendo su trabajo como comercial en Ourense. “Al final con papeles y con permiso de trabajo todas las puertas se abren, poco a poco, pero lo hacen”, afirma con una actitud difícil de esperar de quien lo perdió todo. “Protegimos a nuestros hijos para que no vieran a los muertos, que no fueran conscientes del conflicto”, y es por eso que “ahora ellos son felices aquí”. De hecho, su cuarta hija es ourensana, y es en parte lo que le anima a pensar en un futuro en la provincia.
Aunque el bienestar de su familia es prioritario, no le ha liberado del miedo. “Yo tengo 40 años y me creía fuerte hasta que vi la guerra”. Habituado a las crisis de nervios, prefiere enfocarse en un futuro posible “gracias a la bondad de la gente”.
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