Los fieles ourensanos suman tres años seguidos a la baja

El Obispado de Ourense presentó en Carballiño la memoria de actividades de la diócesis correspondiente al año 2024, donde por tercer año consecutivo se reflejó un descenso en el número de fieles. Los 258.600 que registraba la Iglesia el año pasado suponen en torno a 3.400 menos que en 2023, y es el dato más bajo de los últimos cinco años.

Este descenso se refleja en las ceremonias religiosas celebradas el pasado año, donde el dato de bautizos es el tercero más bajo del último lustro, y las cifras correspondientes a los años 2020 y 2021 deben entenderes en el contexto de la pandemia de covid. En lo que respecta a primeras comuniones, tras superar holgadamente el millar en el año 2022, vuelve a registrarse una cifra a la baja con las 849 de 2024. En cuanto a los matrimonios, se vuelve a niveles de 2021 -también en un contexto de pandemia- marcando un registro de 138. Únicamente las confirmaciones siguen al alza desde 2020, y dejan el mejor registro del lustro, con 523 celebraciones en 2024.

La participación en las misas también es baja. Se mantiene la cifra de 55.000 asistentes a las eucaristías, lo que supone una participación de apenas el 21,26% de los fieles registrados en la diócesis. En cuanto al número de seminaristas, se observa un repunte, al pasar de 20 en 2026 a los 26 con los que se cerró el año pasado.

Menos misioneros

Una de las cifras que más ha caído en la acitividad de la Diócesis es el número de misioneros ourensanos, que pasan de 82 en el año 2023 hasta los actuales 58 a cierre de 2024. La mayor caída fue en las misiones americanas, donde se ha pasado de 54 a 40 integrantes; con otros 6 en África, 5 en Asia y 9 misioneras en Europa.

Nuevo santo

El año 2024 será especial para la diócesis por sumar un nuevo ourensano entre los santos de la Iglesia. Se trata de Juan Jacobo Fernández, natural de Moire (Cea); fraile franciscano que se cuenta entre los denominados mártires de Damasco. Al mismo tiempo, la memoria episcopal recoge la apertura de la causa de beatificación de don Cesáreo Gil Atrio.

Solventes

Con todo, los datos económicos de la diócesis siguen siendo positivos, cerrando el año 2024 con gastos de 14,92 millones de euros, pero ingresos de 15,18 millones, lo que deja un balance favorable de 257.454,2 euros.

Es sensiblemente inferior a los 2,94 millones de superávit que se habían registrado en 2023, algo que el Obispado atribuye a la venta de bienes realizada.

Nuevos reconocimientos

La presentación de la Memoria de Actividades del Obispado concluyó ayer con la entrega de las segundas Medallas Ecclesia, con el que la diócesis quiere destacar la contribución a la Iglesia de ditintas personas y entidades.

El reconocimiento más amplio recayó en la Parroquia Santa Mariña de Retorta (Laza), cuyos vecinos fueron premiados ayudar, con sus tractores y cisternas, a la protección de su iglesia de la ola de incendios.

A título individual, fueron distinguidos Evaristo Castro, sacristán de Mesego (O Carballiño), por “su vida de profunda fe y su disposición constante a ayudar”. También se reconoció la labor de Gregoria Rodríguez Blanco, Alidada, por sus “25 años de servicio a la Delegación diocesana de Catequesis”. Por su parte, María Benita Rodicio fue premiada por haber impulsado “unas obras esenciales” en la iglesia de Santa Cristina de Caxide. Finalmente, Rosa María Carrasco recibió la medalla por “su servicio y dedicación como catequista y monitora en actividades diocesanas”.

En el ámbito institucional, el Colegio Plurilingüe Santo Ángel fue galardonado en el marco de su centenario, destacando el Obispado que “ha educado a generaciones bajo valores cristianos”. Por último, la Hermandad y Cofradía de Nazarenos de la Veracruz de O Carballiño fue reconocida por la recuperación de tradiciones de Semana Santa, lo cual ha contribuido a la reciente declaración de las celebraciones como Fiesta de Interés Turístico de Galicia.