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Una madre estaba en casa la madrugada del 20 de mayo de 2022 cuando de repente escuchó el timbre. “Me asusté un poco, cogí el telefonillo y de repente solo escuchaba a mi hijo decir: ‘Yo no hice nada”, recordó ayer en la Audiencia Provincial. Cuando por fin lo vio, observó como se tenía que sujetar la mandíbula con las dos manos. Por ello, su hijo fue trasladado a Urgencias y posteriormente a Vigo para continuar con la recuperación.
La vuelta a casa también fue dura. Su madre contó ayer que su hijo al principio estaba con la mirada perdida, de la cama al sofá y con dolor. “La mesa del salón parecía una farmacia”, recordó. Aún a día de hoy su hijo tiene problemas derivados de las lesiones que sufrió en 2022. Por ejemplo, se le agravó la ansiedad, tiene dificultades para comer, algunos alimentos como una hamburguesa no los puede consumir, y no puede tomar bebidas frías.
Estas lesiones se las produjeron a las afueras de una discoteca de la ciudad. Él vio una bronca, se acercó para pedirles que estuvieran tranquilos y antes de acabar la frase ya le habían agredido. Según el escrito de Fiscalía, la víctima intervino porque vio como increpaban a una mujer.
Él no logró precisar ayer el número de personas que lo agredieron, pero señaló que en torno a tres o cuatro. Sí que pudo identificar a uno de sus atacantes. Pese al tiempo transcurrido, ayer reconoció a Jhonatas H.P., quien se sentó por estos hechos en el banquillo de la Audiencia Provincial, como una de las personas que lo golpeó. Uno de los testigos explicó que él ayudó a la víctima a levantarse del suelo, pero luego lo volvieron a tirar. “Eran todo el rato puñetazos, con una cierta intensidad y seguidos. Él tenía las manos bajadas totalmente, no se intentó defender”, señaló. Él también reconoció a uno de los atacantes mediante fotografías y el visionado de imágenes.
El acusado, Jhonatas H. P., nacido en Brasil, solo contestó ayer a su abogado. En sus respuestas, reconoció que aquella noche estaba con su hermano y su entonces pareja y que sí que ocasionó lesiones a la víctima. Además, incidió en que aquella noche tomó varias copas y chupitos y se encontraba borracho. “Me arrepiento muchísimo”, aseguró. Al acusado también se le imputa el robo del móvil que portaba consigo la víctima el día de la pelea. Sin embargo, Jhonatas H. P. lo negó tajantemente. “No robé nada”, aseguró. Por su parte, el denunciante tampoco pudo especificar el momento en el que desapareció su móvil.
La acusación particular, representada por la abogada Gabriela Prol de Francisco, solicita que se le imponga al acusado la pena de siete años de prisión por un delito de lesiones del artículo 149.1 del Código Penal además de la prohibición de aproximarse a la víctima a menos de 200 metros durante 10 años. Por el delito de robo con violencia que le imputa a Jhonatas H.P. interesa una condena de tres años y seis meses de prisión. Además, pide que indemnice a la víctima con 35.728 euros.
Por su parte, la Fiscalía solicita para el acusado tres años de prisión por un delito de robo con violencia, que se sustituiría por la expulsión del territorio español durante siete años una vez cumplida la mitad de la pena impuesta. Por las lesiones, interesa dos años de prisión y la expulsión del país durante un periodo de tiempo de 5 años una vez cumplida la mitad de la pena impuesta.
El hermano del ayer acusado en la Audiencia Provincial fue juzgado en julio de 2023 por el Juzgado de Menores por la agresión del 20 de mayo de 2022 en las inmediaciones de una discoteca de la ciudad. En su caso, se encargó el Juzgado de Menores porque en el momento de los hechos tenía 17 años y por lo tanto era menor de edad.
Las partes llegaron a un acuerdo. En base a él, la jueza lo declaró responsable de un delito de lesiones y le impuso la medida de internamiento en régimen semiabierto de 30 meses de duración, de los cuales 2 en libertad vigilada. Además, decretó que el menor como responsable civil directo y su madre, como responsable civil solidaria, debían indemnizar a la víctima en 35.049 euros. La sentencia fue firme al manifestar las partes su intención de no recurrirla.
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