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Cuando uno llega a Riós, lo primero que ve es un cartel que pone “Terra de Castañas”, anunciando el producto estrella del concello. Este domingo se celebró la XXX Feira da Castaña e do Cogomelo de la localidad, el trigésimo aniversario de esta cita multitudinaria que homenajea este producto.
El recinto ferial -instalado en las inmediaciones de la Casa Consistorial- acogió a los primeros asistentes pasadas las 10:30 horas de la mañana, cuando los stands de la feria abrieron sus puertas y se inauguró la exposición “Produtos elaborados con castaña”, de Anabel Dacosta Vázquez.
Esta cita es un clásico de la gastronomía otoñal en la provincia, y numerosos representantes institucionales y cargos políticos estuvieron presentes durante la mañana: la conselleira do Medio Rural, María José Gómez; el conselleiro de Emprego, Comercio e Emigración, José González; el director xeral de Planificación e Ordenación Forestal, José Luis Chan; la directora xeral da Axencia Galega de Desenvolvemento Rural, Paz Rodríguez; y el delegado territorial da Xunta en Ourense, Manuel Pardo. Además, también estuvo presente el presidente de la Diputación de Ourense, Luis Menor, así como otros regidores y representantes de toda la provincia.
A media mañana fue el turno de la Banda de Gaitas del Concello de Riós de animar el recinto ferial, que no dejó a nadie indiferente e incluso hubo quien aprovechó para mover un poco el cuerpo.
Aunque este año, a causa del clima, los cogomelos brillaron por su ausencia, no eran pocos los asistentes que recorrían los diferentes puestos con sus bolsas de castañas en la mano, o los que aprovechando el fresco de la mañana, se tomaron un café -o quemada, para los más intrépidos- acompañado de bica. Por supuesto, el vino de la comarca también tuvo su lugar entre los productos a disfrutar.
Este año tampoco ha sido el más idóneo para las producciones de castaña, pero muchos de los asistentes -especialmente los paisanos- contaban que “inda hai, poucas comparadas con outros anos, pero moi boas, coma sempre”.
Entre degustaciones de castañas, vino y charlas, los más de 500 asistentes a la comida popular fueron abriendo el apetito. La Charanga Támega se encargó de amenizar los chupitos después de la paparota. El fin de fiesta estuvo a cargo de The Tetas’ Van, que despidió esta trigésima edición de la cita más representativa de Riós.
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