La caña del Perú, historia y características

ZONA VERDE

Estudios arqueológiocos demuestran que se cultivaba en Perú hace 5.000 años

Ejemplar de la flor de la canna indica.
Ejemplar de la flor de la canna indica.

En muchos jardines particulares, pero también en los márgenes de los ríos, podemos encontrar ejemplares de la achira, caña del Perú, caña coro, caña de las indias, caña de cuentas, flor de cangrejo, lengua de dragón, platanillo de Cuba o yerba del rosario, conocida científicamente como Canna indica, y también con los nombres gallegos de herba das doas, cana da India, bananeiriña de India o fruchilla. Es una planta herbácea perenne originaria de zonas tropicales o subtropicales de América, perteneciente a la familia de las Cannáceas. Fue introducida en Europa en la segunda mitad del siglo XVI, desde donde se extendió a África y Asia. La primera vez que se citó esta planta en Galicia, donde es abundante en las zonas litorales, fue, según la Sociedade Galega de Historia Natural (SGHN), en 1988.

El nombre genérico, canna, significa “caña” y el epíteto específico, indica, hace referencia a las zonas geográficas de origen, ya que el continente americano era conocido antiguamente como Indias Occidentales.

Posee un rizoma carnoso y ramificado. Los tallos, erectos, pueden llegar a medir hasta dos o tres metros de altura y están envueltos por las vainas de las hojas. Éstas son grandes, anchas, verdes o violáceas, coriáceas, elípticas, con un corto peciolo, con el ápice agudo, un prominente nervio central del cual surgen los nervios laterales. Las flores son muy vistosas por sus colores rojo, amarillo, anaranjado, o incluso bicolores, se presentan en grupos en la parte terminal de los tallos. Recuerdan a las del gladiolo. Florece durante la primavera y el verano. Sus frutos son cápsulas globosas y con pequeñas espinas que contienen semillas esféricas, lisas, negras y duras. Soporta bien la salinidad, por lo cual puede cultivarse en zonas costeras, así como la sequía y las temperaturas elevadas. Requiere sol directo o lugares de semisombra y suelos húmedos, como las riberas de ríos. Se reproduce fácilmente dividiendo sus rizomas. Es una planta resistente que, aunque desaparezca en invierno, vuelve a rebrotar en primavera.

Las flores son muy vistosas por sus colores rojo, amarillo, anaranjado, o incluso bicolores

Estudios arqueológicos han descubierto que esta especie botánica se cultivaba en Perú hace 5.000 años. De hecho, desde tiempos remotos se ha utilizado la cocción de sus raíces por sus propiedades diuréticas; las hojas como cicatrizante y su jugo como antiséptico y analgésico. Sus raíces, ricas en almidón altamente digerible, tenían usos culinarios y actualmente, se siguen empleando, crudas, cocidas o al horno, para la alimentación humana. Se hace también con ellas harina para pan, dulces o pasta. Los tallos y hojas se usan como forraje para el ganado. En sus países nativos las hojas se emplean para envolver alimentos como, por ejemplo, los famosos tamales. Parece ser que el humo de las hojas quemadas es un eficaz insecticida. Con las semillas se pueden confeccionar artículos artesanales como sonajeros, maracas, rosarios o collares.

Es una planta ornamental que forma matas anchas y que actualmente cuenta con numerosos híbridos y variedades de grandes inflorescencias y variados colores. Por ello, normalmente se utiliza en jardines, a los cuales les da un aire tropical, pero también puede hacerse en macetas, tanto para exteriores como interiores. En éste último caso es necesario que están expuestas a la luz solar.

Es una especie que la SGHN considera de cierto carácter invasor, ya que en zonas con algún grado de humedad puede llegar a formar densos grupos que impiden el normal desarrollo de las especies autóctonas.

Contenido patrocinado

stats