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Las intervenciones, promovidas por los municipios de Monterrei y Oímbra y con una financiación para 2019 de 40.000 euros por parte de la Diputación Provincial, ha contado con Adolfo Fernández como director científico y Patricia Valle como directora de la intervención en el campo.

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Dos tanques de decantación pondrán fin a los continuos vertidos de aguas residuales a los ríos Búbal y Támega, a la altura del Polígono Industrial de Pazos (Verín). La construcción de las instalaciones son una vieja reivindicación de los concellos de Verín y Monterrei para evitar las cuantiosas multas de la Confederación Hidrográfica del Duero -cuatro en el 2013- por contaminación de ambos cauces.

Sirvan estas imágenes de la carretera que cruza el río Búbal en Os Peares, al lado de la playa fluvial, para que los responsables del organismo del que depende esta carretera (Diputación) tomen nota y reparen la valla para evitar que alguien se despiste y llegue a producirse una desgracia que nadie desea.

Siete agentes fluviales de la Confederación Hidrográfica del Duero inspeccionan estos días, junto con los agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) la instalación de represas en los cáuces de los ríos Támega y Búbal para habilitar zonas de baño. La fiscalización tiene como objetivo impedir que algunos tramos de ambos ríos se queden sin agua y se asfixien los peces y resto de fauna acuática.

Técnicos de Augas de Galicia, organismo dependiente de la Consellería de Medio Ambiente, comenzaron ayer a inspeccionar las tuberías de la red de saneamiento de las localidades de Guimarei, Infesta, Albarellos y Vilaza (Monterrei) con el objetivo de localizar grietas y holguras, así como posibles roturas, por las que se filtran aguas residuales sin depurar a los cauces de los ríos Rubín y Búbal, afluentes del Támega.

odo o mundo debera poder ter un tempo de vacacións, no que ademáis de disfrutar do descanso preciso para voltar ao traballo, puidese coñecer lugares, xentes, costumes, tradicións e gastronomía que enriquecese o interior que cadaquen ten disposto a encher da cultura que lle rodea.

Las obras de prevención de riadas y de adecentamiento del cauce, acometidas por la Confederación Hidrográfica del Duero en el río Búbal, en Vilaza, no valdrán para nada, según el alcalde de Monterrei, José Luis Suárez Conde.

Las medidas de contención para frenar el impacto de las crecidas del río Búbal en Vilaza pretenden ser eficaces para los próximos 200 años, según la Confederación Hidrográfica del Duero, que afirma que de no ser por ellas la altura y superficie del agua que anegó la Alameda durante 15 días, habría sido mayor. La Confederación está dispuesta a realizar las mejoras que estimen los técnicos para evitar inundaciones. Precisamente ayer, el senador nacionalista Pérez Bouza solicitó una modificación del proyecto.

Una parte de los vecinos de Vilaza (Monterrei) vive pendiente de la crecida del río Búbal, que registra continuos desbordamientos desde el 21 de diciembre anegando la céntrica Alameda. Las inundaciones impidieron la apertura del centro de salud el pasado 31 y los pacientes tuvieron que ser derivados al de Albarellos. Los afectados culpan a la Confederación Hidrográfica del Duero porque las medidas de contención (las obras están inacabadas) no resultan efectivas y uno de los vecinos ya presentó una denuncia.

Los técnicos de la Confederación Hidrográfica del Duero garantizan una solución técnica para que funcionen las nuevas medidas de contención del Búbal, y evitar así que las crecidas del río inunden la Alameda de Vilaza.

Las lluvias caídas en las últimas horas provocaron el desbordamiento del río Búbal, que anegó la Alameda de Vilaza (Monterrei). El agua causó la muerte de 20 gallinas y cuatro pollos. Las nuevas medidas de contención del río fallaron.

La Confederación Hidrográfica de Duero ha invertido 13.994 euros en labores de limpieza del cauce del río Bubal a su paso por el término municipal de Verín.