EN CONFIANZA
Carlota Cao, doble premio por su joyería artística
Aquellas pandillas
Empezando por el segundo: Mario, Cholas, Yosi (Los Suaves), Monín, Toño y Santi Barreiros, son seis de los nombres que se esconden tras estos adolescentes con ganas de pasar una noche de fiesta en la que, tal como atestigua la imagen en la que sale una guitarra y una pandereta, y con Yosi de por medio, la música tenía tanto protagonismo como las ganas de pasarlo bien.
Los domingos por la tarde se trataba de ponerse guapos para intentar ligar en el asalto - baile del Jardín del Posío. "Solo" había que saltar desde fuera la valla-muro llena de puntiagudas flechas , correr hasta la pista de baile central y confundirse entre la multitud. Sin olvidarse de esquivar a los vigilantes que, desde dentro, recorrían el Jardín para impedir cualquier entrada considerada "ilegal". Aquel día optamos por doblar una de las barras de hierro y abrirla para pasar entre ellas y así evitar un mal salto. Conseguimos que una de ellas cediese bastante y nos las prometíamos felices, pero la realidad fue que solo Yosi, que era el más delgado, pudo pasar entre ellas. Los demás lo mirábamos con envidia desde el otro lado hasta que logramos pasar al otro lado. Cuando por fin llegamos al baile, todas las chicas interesantes ya estaban ligadas. Recuerdo que, con la paga que teníamos de nuestros padres no llegaba ni para pagar la entrada e invitar a un helado al ligue.
Esta imagen es cedida de la colección de Santiago Barreiros. Una foto clásica de un animado grupo de jóvenes con ganas de comerse el mundo y disfrutar de la juventud.
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