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POR 800 EUROS
La Policía Judicial de la Guardia Civil detuvo en el hospital de Verín a un hombre por presuntamente asestar 23 puñaladas a uno de sus vecinos en la aldea de Feilas (Vilardevós) en la tarde del lunes. El hecho ocurrió sobre las cuatro de la tarde, en el interior de la casa de la víctima, ubicada en el número 24 de Camiño a Canella. Se espera que el presunto agresor pase hoy a disposición judicial.
La brutalidad del ataque quedó patente en la escena del crimen, donde ayer todavía eran visibles las profusas manchas de sangre que cubrían las baldosas del balcón y el quicio de la puerta de la vivienda. Mientras tanto, Ignacio C., la víctima de 63 años, se encuentra con vida e ingresado en el CHUO. Según fuentes familiares, tiene posibilidades de supervivencia a pesar de la gravedad de las heridas, aunque con posibles secuelas en la movilidad.
Según relatan vecinos y familiares, Pedro R., el presunto agresor, se dirigió a la vivienda de Ignacio C. y entró con facilidad, dado que la puerta estaba solo entornada. Una vez dentro, comenzó a pedir con insistencia más dinero a su vecino, con el que ya tenía una deuda acumulada que superaría los 800 euros. Ante la negativa de su vecino, Pedro R. se abalanzó sobre él con un cuchillo doméstico, aprovechando que Ignacio C. se hallaba acostado y con un respirador puesto a causa de una enfermedad que padece. Los testimonios coinciden en que el agresor se mantuvo dentro de la vivienda en estado de estupor mientras la víctima, arrastrándose sobre su propia sangre, logró llamar a Emergencias con su móvil.
Unos pocos minutos después llegó la Guardia Civil, y la víctima, gravemente herida en manos, tórax y cabeza, fue trasladada en helicóptero al hospital. El autor del hecho, que se autolesionó en una mano, fue trasladado posteriormente al mismo centro de salud, donde fue arrestado por la Policía Judicial de la Guardia Civil.
Es de consenso común entre los habitantes de Feilas que Pedro R. es un vecino conflictivo y de carácter irascible, originario del pueblo pero que había regresado hace un par de meses tras vivir muchos años en Barcelona. De igual manera, describen a Ignacio C. como un hombre pacífico y servicial, de cuya condición se habría aprovechado el perpetrador.
Francisco Arias, amigo de la víctima, declaró: “No habíamos tenido que llegar a esto, pero este señor (Pedro R.) al menos está en manos de la justicia, porque es un mal bicho, es un tío de quien no te puedes fiar. El caso es que Ignacio es un buen hombre que cree que todo el mundo es como él, y mire usted el error que cometió; lo cometió porque yo me enteré tarde, porque no tuve tiempo de aconsejarle que no le prestara dinero a este salvaje”.
Un familiar cercano a la víctima explicó: “No hay vecino que diga que Ignacio es un mal hombre. No sabemos cómo pudo confiar en alguien a quien todo el pueblo mira con recelos. Habrá que esperar a que actúe la justicia, porque este señor no solamente le debe a medio pueblo, sino que es una verdadera amenaza para la seguridad de todo el vecindario”.
Ignacio C. evolucionaba favorablemente a última hora de ayer en el CHUO, pero el pronóstico sobre la funcionalidad de una de sus manos era poco alentador. Al ser sus extremidades superiores su única defensa durante el ataque, el daño es tan considerable como lo serán las secuelas.
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