El COB recibe al Morón: para cicatrizar la herida, el Pazo

El COB inició la semana con la amargura de la derrota ante el Gipuzkoa y confía en acabarla con la dulzura de una victoria ante el Morón. Aquello tan socorrido de que un clavo saca a otro clavo. Entre medias, días de entrenamiento sin todos los efectivos, de análisis de errores y una conjura para no repetirlos. El equipo ourensano buscará esta tarde reafirmar su ilusionante inicio de curso. Llega el colista al Pazo, pero confianzas las justas. Un partido para regresar a la buena senda y hacerlo de la mano de una afición que, en esta época de Halloween, quiere dar caramelos a los suyos y meterle el miedo en el cuerpo al rival.

Estuvo el partido del pasado sábado muy presente en la preparación de este. El técnico Moncho López trabajó en corregir los errores de la pista y activar la mente de sus jugadores. En una liga tan igualada bajar las prestaciones tantos minutos es casi irrecuperable después. Faltó poco, pero la remontada se quedó corta. Sabe el COB que se enfrenta a un adversario necesitado, sí, pero también con esa falta de presión que le da la modestia. Los ourensanos afrontan el duelo sabiendo que no podrán rehuir el contacto ante un Morón con el físico como gran virtud. Tocará pegarse y hay que estar listo para bajar al barro si es necesario. Cuando no sea así, otra de las claves pasa por correr y evitar que los andaluces lo hagan. Fácil sobre el papel, pero requerirá dominar los tiempos y el rebote si se quiere llevar a la práctica.

Con casi todos

Los cobistas no podrán contar con Samu Rodríguez, lesionado de larga duración aunque progresa adecuadamente. El resto, mejor o peor, están disponibles. Incluso un Ben Krikke que tuvo una semana de viajes por motivos personales, pero llegó ayer y se calzará las zapatillas. Será una tarde para que jugadores que han perdido “feeling” o les está costando cogerlo, como Lisboa, Moody o Rosa, den un paso adelante por necesidad individual y colectiva.

Al otro lado un Morón que no tiene victorias y el tren de la soñada permanencia se le puede empezar a escapar. En sus filas, jugadores potentes e intensos como Lionel Kouadio, ex del COB y del Bosco. Fue el MVP de la pasada jornada como aviso a navegantes. Hay que sumar a Tamba, Tumba, Mack o el recién llegado Pape Badji, todos cortados por un patrón similar con más o menos centímetros. También regresa a Ourense el base Javi Marín, que ayudó a “escapar” de la LEB Plata al cuadro ourensano en su última travesía por el desierto y que aporta experiencia y conocimiento.

Y luego está el Pazo. El ambiente de baloncesto sigue “in crescendo” en la ciudad y un fin de semana de puente siempre es peligroso para que las gradas registren un aspecto a la altura de las circunstancias. Llamamiento al pueblo. El COB saldrá este sábado a la pista como favorito indiscutible. Y eso puede ser un arma de doble filo. Si el equipo juega a su nivel, la tarde debería ser tranquila. Si no, puede haber problemas. El sobresaliente balance de 5-1 está llamando a la puerta. Los cobistas, de dentro y fuera del parquet, quieren abrírsela de par en par y que la ilusión pase hasta la cocina en esta temporada.