Ambos acusados confrontan versiones contradictorias pero niegan que la menor fuera agredida

La madre de la niña maltratada Alba declara que su pareja le dijo: 'Di que se cayó de la cama'

La madre y el padrastro de Alba, durante el juicio. (Foto: Toni Garriga)
La Audiencia de Barcelona acogió el juicio contra el padrastro y la madre de la niña maltratada Alba, cuyo caso conmocionó a la opinión pública en 2006, cuando la menor, de sólo 5 años, ingresó en coma en el Hospital Vall d'Hebron tras recibir presentamente una paliza de la pareja de su madre.
Durante el proceso, tanto el acusado, Francisco Javier P.E, como la madre de Alba, Ana María C.F, declararon que la pequeña nunca fue maltratada. Así, la madre señaló que jamás vio al padrastro de la niña pegarle ni vio hematomas en su cuerpo. Sin embargo durante su testimonio, la madre aseguró que cuando llevaban a Alba al centro de salud su pareja le dijo: 'si te preguntan di que se cayó de la cama'. Además, el padrastro niega que estuviera a solas esa noche con la niña, contradiciendo la versión de la madre. El padrastro asegura que escuchó un ruido en la habitación cuando la niña jugaba con su hija y que cuando llegó vió a Alba inconsciente en el suelo.

El suceso, que puso de manifiesto los problemas de coordinación de las administraciones en la protección de menores y provocó la firma de un protocolo de actuación de distintas instituciones para mejorar la atención a la infancia, tuvo lugar en marzo de 2006, cuando la familia se disponía a ir a una feria por la noche. La madre y la hija del acusado, Maite, esperaban a Alba y a su padrastro en la calle mientras éste iba a 'ponerle una chaqueta' a la pequeña. Sin embargo la menor sufrió en casa una paliza de Francisco Javier P.E, que la abofeteó, le propinó puñetazos y la tiró al suelo y contra la pared, dejándola en coma y provocándole una parada cardiorrespiratoria de la que pudo ser reanimada por los servicios de emergencia.

La pequeña, que por aquel entonces tenía cinco años y según los médicos estaba muy delgada para su edad, tuvo que ser trasladada al centro sanitario barcelonés en donde fue intervenida de problemas respiratorios, neurológicos, hemodinámicas, dermatológicos, hematológicos y la fiebre que presentaba, además de padecer desnutrición. Tras las investigaciones policiales se descubrió que el padre obligaba a la hija de su pareja a comer los vómitos. Actualmente Alba continúa presentando 'numerosas complicaciones médicas', según el informe que se preparó para el juicio. Además, no ha recuperado el habla y necesita ayuda para realizar las actividades diarias.

A pesar de la situación en la que se encuentra la niña, su madre y su padrastro han asegurado hoy durante el juicio que Alba nunca fue agredida. Así, Ana María C.F., explicó a preguntas de su abogado que la menor 'a veces se quejaba', gritaba y lloraba cuando estaba en una habitación a solas con su padrastro, Francisco Javier P.E., pero no le dio 'mucha importancia' porque ella le decía que estaban jugando, y nunca vio que él le pegara, ni hematomas o cardenales en el cuerpo de la menor. 'Alba era bastante activa' y 'alguna vez' se caía sola y a veces le sangraba la nariz espontáneamente. afirmó.

En cuanto al día del suceso explicó que por indicación del acusado, ella y la hija de éste bajaron a la calle y, al ver que no bajaban, llamó al interfono, hasta que finalmente llegó el acusado con Alba en brazos. 'Vi a mi hija inconsciente. Era de noche y por eso no puedo dar muchos detalles', dijo la madre de Alba, que señala que se dio cuenta de que tenía el pelo mojado y los ojos semicerrados. 'Si en el CAP preguntan qué ha pasado di que se ha caído de la cama. He entrado en el comedor y la he encontrado tirada en el suelo', le dijo al llegar al ambulatorio Francisco Javier P.E., quien le aseguró que había intentado reanimar a la menor porque estuvo más de diez años en la Cruz Roja. Finalmente la pequeña fue trasladada al Hospital Vall d'Hebron en ambulancia.

Al ver a los Mossos d'Esquadra, el imputado se marchó nervioso, relató Ana María C.F, quien señala que después él le dijo: 'No te preocupes que te voy a dar lo que has perdido' una frase que ella entendió como que le iba a dar otro hijo. Además, explicó al juez instructor que sospechaba que el padre de Alba abusaba sexualmente de ella, quien 'desde el pasado verano estaba triste' y tenía miedo de los hombres. Un día, 'vio que la menor se tocaba sus partes y tenía la zona enrojecida'. Cuando le preguntó el porqué, la niña le dijo que su padre la tocaba y dormían juntos.

EL PADRASTRO DICE QUE NO ESTUVIERON A SOLAS

Por su parte el testimonio del acusado coincidió con el de la madre de Alba en que señaló que la niña nunca fue maltratada. El padrastro negó haberla pegado. Sin embargo, Francisco Javier P.E aseguró que nunca se quedó a solas con Alba, ni siquiera el día en que la menor ingresó en coma, contradiciendo así la versión ofrecida por la madre minutos antes. 'Oímos un ruido, y cuando entré en la habitación Maite estaba llorando en la cama y Alba estaba inconsciente en el suelo', relató en referencia a la noche de marzo de 2006. En aquel momento no preguntó a su hija qué había ocurrido porque no consideró 'importante cómo se lo había hecho'.

El acusado también dijo que cuando conoció a Alba ya estaba desnutrida, pues comía 'muy poquito', y le sangraba la nariz 'con frecuencia'. 'La vi en varias ocasiones con moratones en la cara y le faltaba pelo en la cabeza', dijo. Añadió que Ana María C.F. le contó que se había caído en el colegio y en el parque, y que un niño le había pegado, por lo que había pedido una reunión con la tutora.

Ambos procesados se enfrentan a penas de hasta 26 años de prisión --por intentar matarla uno y no defenderla la otra--, y a indemnizar a Alba con 1,5 millones de euros porque necesitará apoyo de por vida a causa de las graves secuelas que padece. El juicio, que está previsto que dure hasta el viernes 19 de diciembre, seguirá mañana con la declaración de los testigos; entre ellos, los que atendieron a la menor cuando llegó al ambulatorio y al Hospital Vall d'Hebron.

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