Alerta de los veterinarios por casos de lengua azul en vacunos

Los sindicatos agrarios reclaman ya ayudas para afrontar las consecuencias.
photo_camera Los sindicatos agrarios reclaman ya ayudas para afrontar las consecuencias.
Los veterinarios atribuyen su llegada al cambio climático y plantean colaborar con África para “adelantarse”

El último año han entrado en Galicia dos nuevos virus transmitidos por vectores: uno, la lengua azul, a través de un mosquito del género “culicoides” que no estaba presente y que se ha desplazado a través del viento desde el norte de África; y otro, la enfermedad hemorrágica epizoótica, mediante otro “culicoides” que sí estaba en la Península Ibérica. Algo que “nunca había pasado en la historia de Galicia” y ante lo que el decano de Veterinaria y profesor del área de Sanidade Animal de la USC, Gonzalo Fernández, advierte: “Tenemos un problema”.

En una entrevista en esta facultad de la Universidade de Santiago de Compostela atribuye la llegada de estos nuevos virus al cambio climático, puesto que “modifica la distribución de los vectores”, y plantea frente a ello colaboración con el continente africano para estudiar enfermedades y vectores y “estar preparados”. Se trata, incide Fernández, de “ir adelantándote” a su posible desembarco, toda vez que la afección a las explotaciones tanto de la lengua azul como de la conocida como “covid de las vacas” es ya una realidad.

Presencia

El estudio sobre la prevalencia de este virus es algo que echa en falta el decano de Veterinaria. Por ahora, él maneja datos que a su vez le transmite el colectivo de profesionales, en contacto directo con los animales y con los casos de enfermedad hemorrágica: “Lo que calculan es que un 10% de los animales presentan clínica y un 1%, más o menos, tienen un cuadro bastante grave”, apunta.

Los sindicatos agrarios reclaman ya ayudas para afrontar las consecuencias de esta enfermedad, cuyo coste más evidente es el del fallecimiento de la res. Por su parte, Fernández señala que la bajada de la producción de leche es importante en un animal afectado, si bien esta enfermedad se está dando más en vacas en extensivo, y por tanto, en las que se dedican a producir carne.

La enfermedad hemorrágica epizoótica es infecciosa pero no contagiosa y la produce un virus que se transmite a los animales exclusivamente a través de la picadura de mosquitos del género “culicoides”.

Por este motivo, aparece mientras exista el mosquito vector circulando en el ambiente. “Con este verano que hemos tenido hasta hace nada, la actividad ha sido más larga, y la enfermedad está en toda España”, constata Gonzalo Fernández. Así las cosas, es previsible que en las próximas semanas las bajas temperaturas corten su expansión.

No hay vacuna, así que el tratamiento es “sintomático”, explica el decano, que aconseja a los ganaderos que cuiden “cuanto antes” al animal infectado y traten de mantenerlo hidratado y apartado de otras reses sin síntomas.

Asimismo, pide declarar la sospecha y, para prevenir los contagios, recomienda la desinfección mediante repelentes contra los mosquitos, que en este caso se acumulan en materia orgánica, más allá de zonas húmedas. De ahí que los titulares de las explotaciones ya estén optando por ubicar mosquiteras en los establos y mantenerlos alejados de espacios con acumulación de heces.

Por ahora, el Ministerio de Agricultura mantiene un sistema de vigilancia. El 26 de octubre, la Xunta declaró cinco nuevos focos en explotaciones bovinas de las provincias de Pontevedra, Lugo y Ourense. En los 13 focos notificados por Galicia hasta la fecha, en otras tantas comarcas veterinarias de la comunidad, hasta ahora se ha registrado la muerte de 10 vacas a causa de esta enfermedad.

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