![Familiares de las víctimas observan el paso de un Alvia a la altura de Angrois. [LAVANDEIRA JR.]](/asset/zoomcrop,320,180,center,center/media/laregion/images/2021/07/24/2021072408281530015.jpg)
La primera sesión del juicio por el descarrilamiento del Alvia a las 20.41 horas del 24 de julio de 2013 en la curva de Angrois, un accidente que le costó la vida a 80 personas y lesionó a otras 145, arrancó en el Centro de Innovación Cultural (CINC) de la Cidade da Cultura (Santiago de Compostela) a las 09,45 horas del 5 de octubre de 2022.
Las cuestiones previas presentadas por los abogados que representan a las partes (algo más de 100, aunque ayer no asistieron todos) centraron esta primera jornada de las más de 52 inicialmente previstas hasta junio.
Los más madrugadores fueron los perjudicados, quienes desembarcaron en la Cidade da Cultura de Santiago de Compostela pasadas las ocho de la mañana. Tanto a nivel particular como los agrupados en torno a la Plataforma de las Víctimas del Alvia. Entre ellos, estaba el padre de Celtia Uxía Cabido, una joven de 22 años oriunda de Xunqueira de Ambía que murió en el segundo siniestro ferroviario más grave de España. Javier Cabido Quintas se presentó con una pantalla de plasma colgada al pecho en la que se retransmite en bucle el documental “Frankenstein 04155”, del ourensano Aitor Rey. Según aseguraba este perjudicado, el vídeo muestra “sin fisuras y con datos incuestionables” la falta de seguridad de la vía de alta velocidad Ourense-Santiago cuando su hija, quien iba con su prima Eva Pérez Seara (24 años) a Compostela a ver los fuegos de las fiestas del Apóstol y que también murió, perdió la vida.
Acceso por puertas diferentes
Los acusados, el maquinista, Francisco Garzón Amo, y el exdirector de seguridad de Adif en la circulación, Andrés Cortabitarte López, entraron por puertas diferentes. El primero, con mascarilla y un jersey azul del mismo color que su chaqueta de abrigo, por el acceso por el que accedieron todos, la habilitada al efecto, pero escoltado por policías nacionales, mientras que el directivo de Adif, trajeado y con sombrero, buscó una entrada alternativa para evitar a los medios de comunicación acreditados (un total de 30) y a los damnificados por el accidente ferroviario. Los familiares de las víctimas se quedaron con las ganas de un “face to face” y aguardaron pacientemente las casi cuatro horas que duró la primera sesión.
A la salida, se aproximaron a Cortabitarte, sorteando la barrera policial que lo protegía, para lanzarle reproches, insultos y hasta un empellón. “Tienes las manos manchadas de sangre”, le espetaron padres con hijos muertos en ese accidente, en clara alusión a la falta de seguridad de la línea. El momento fue tenso y la Policía Nacional optó por identificar al implicado del manotazo. ”Tenéis que protegernos a nosotros, con hijos muertos, no a él”, dijo un miembro de la plataforma de víctimas.
Mientras, Cortabitarte sentenció: “En diez años (no) he hablado y no voy a hablar nunca”.
Cuestiones previas
Las cuestiones previas de los abogados fueron prolijas en esta primera sesión, que concluyó a las 13.40 horas. Plantearon (en el caso del maquinista) la presencia de más togas (letrados) por imputado en el estrado (fue denegada): “Yo también querría tener un juez de apoyo o dos”, aseguró la magistrada Elena Fernández Currás.
Hubo voces contrarias a la retransmisión por streaming de la vista por presunta contaminación de las partes (fue rechazada); se planteó el conflicto de intereses de Renfe y la Abogacía del Estado -representa a Adif como responsable civil subsidiario de cara a las indemnizaciones- (ambas empresas públicas para las que trabajan los imputados tienen convenios con los servicios jurídicos del Estado).
En este trámite que precede a la declaración de los investigados -comienza hoy- se trató de impugnar el vídeo presentado por Adif en el último momento con un montaje de imágenes del tramo grabadas desde otro tren con posterioridad al accidente a las que se superpuso la conversación que mantuvo el maquinista con el interventor, que duró 100 segundos, instantes antes del descarrilamiento. En ella, el interventor consultaba la opción de pasar el Alvia a la vía 1 en la estación de Pontedeume para facilitar la bajada de unos pasajeros. Un vídeo que para el abogado del Estado en Galicia “es explicativo y recoge datos (hitos y puntos de referencia) que aparecen en las actuaciones”, pero para la juzgadora carece de relevancia.
“No hay problema en tenerlo por unido a las actuaciones sin perjuicio del valor probatorio que tiene un vídeo aportado en el 2022”, aseguró, puntualizando que el tren donde se graban las imágenes de los últimos cinco kilómetros y medio del recorrido del Alvia no va a 200 por hora, la velocidad a la que circulaba el 24 de julio del 2013.
Y hasta trataron de apartar la acusación por el delito de daños por imprudencia (por los desperfectos en el tren y la vía), que tampoco prosperó.
La jueza no lo negó todo. Eximirá a los inculpados de estar en la sala de vistas tras declarar a partir de hoy como imputados.
