La “ciudad 30”, nuevo aliciente para conseguir la pacificación del tráfico en Ourense

photo_camera La rúa Celso Emilio Ferreiro de Ourense, con la nueva señalización.

Los expertos piden complementar con medidas más ambiciosas la entrada en vigor hoy de los nuevos límites de velocidad

La movilidad urbana afronta desde hoy martes un cambio de paradigma con la entrada en vigor de la modificación del Reglamento General de Circulación, que establece como norma la velocidad de 30 kilómetros por hora como límite, dado que ese será el tope en las vías de un único carril por sentido, algo que en Ourense supondrá que apenas un puñado de calles puedan superar esa cifra, que es incluso más baja en las zonas de plataforma única (20 kilómetros por hora). El principal objetivo es, según el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, lograr “unas ciudades más humanas”, algo que comparten los expertos en la materia pero que, a la vez, la consideran insuficiente para que suponga una revolución, por lo que reclaman medidas más ambiciosas para conseguir la pacificación del tráfico.

En este sentido, no se puede obviar que Ourense tiene aprobado desde finales de 2019 un plan de movilidad que, pese a contar con un amplio consenso político y social, permanece en el cajón del alcalde, Gonzalo Pérez Jácome, a la espera de implementar las acciones de un cronograma que ya ha saltado por los aires. Los expertos recuerdan que hay un ejemplo claro a poco más de 100 kilómetros de Ourense de lo que supone repensar el peso del vehículo en la movilidad urbana, una ciudad como Pontevedra que acumula premios por un modelo que ha conseguido que la urbe lleve ya más de 10 años sin anotar una víctima por atropello.

Coincidencias

“Es el claro ejemplo, el futuro pasa por los peatones, las bicicletas y otros vehículos de movilidad personal. Por eso llevamos desde hace tiempo solicitando esta reducción de los límites de velocidad porque se dará una mayor seguridad”, apunta el jefe provincial de Tráfico, David Llorente.

El delegado en Ourense de la Federación Estatal de Técnicos en Educación Vial, Benito Bouzada, aplaude la entrada en vigor de la nueva medida sobre la velocidad -”ya se debería haber impuesto hace mucho tiempo”- pero tiene claro que “solo es algo complementario para esa tarea pendiente de mejorar la movilidad”, pidiendo más determinación. “De nada valer pintar una señal en el asfalto si tiene pinta de autopista. Todo está inventado, reductores de velocidad, estrechamientos de carriles, pasos elevados. Hacen falta medidas estructurales”, señala Bouzada.

Desde la  Federación Provincial de Autoescuelas, Fernando Varela también ve positivo el cambio en el reglamento de circulación, indicando que “es algo que se ha demostrado que es plenamente efectivo para cumplir los objetivos que se pretenden, mejorar la seguridad”. El presidente del gremio coincide con otros expertos, no obstante en que “solo con esto no servirá, sino que debe ir acompañado de otras herramientas y el ejemplo es Pontevedra, una maravilla”, Varela, ante las posibles críticas de conductores sobre un posible aumento de los atascos al bajar la velocidad, asegura que “está demostrado que la circulación puede ser más fluida, ya que no se produce un efecto acordeón”. Cree que “todo tiene un período de transición y nos iremos acostumbrando”.

Mientras, el presidente de la Asociación de Taxistas de Ourense, Francisco Álvarez, cree también “necesario” limitar la velocidad “porque cando algo se toma por seguridade hai que aceptalo”, recordando que “segue habendo moitos atropelos”. 

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