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“Xa que non fomos ao Entroido..."

Las calles de la ciudad se convirtieron en escenario de la fiesta más colorida de la comunidad. Vecinos y foráneos disfrutaron de un alegre desfile en el que se vieron desde pantallas hasta vergalleiros de Sarreaus.

"Xa que non fomos ao Entroido... Polos menos vémolo", comentaba un vecino en la Praza Maior, minutos antes de que arrancase el Desfile dos Entroidos Tradicionais de Galicia. 

Pasadas las doce de la mañana, las diferentes comitivas llegaban al punto de partida del pasacalles, para sorpresa de los múltiples viandantes que paseaban a esas horas por el centro de la ciudad. "¿Qué pasa hoy en Ourense?", se preguntaban algunos. Otros aceleraban el paso para encontrar las mejores posiciones desde las que tomar instantáneas con el móvil. En el entorno de la plaza, la música animaba el ambiente y preparaba a los más de 300 participantes en el desfile, que calentaban motores y se tomaban fotografías con vecinos y foráneos. Autoridades como Marisol Díaz Mouteira, delegada territorial de la Xunta en Ourense, Nava Castro, directora de Turismo de Galicia, o Jesús Vázquez, alcalde de la ciudad, se acercaron a los grupos para saludarlos y agradecerles su participación. El desfile, que se celebra cada mes de septiembre en Santiago de Compostela, aterrizó este sábado en las calles ourensanas por primera vez. "É unha oportunidade única para coñecer a nosa riqueza", señaló Marisol Díaz. 

A las doce y media, los xenerais do Ulla, montados a caballo, inauguraron el colorido paseo, como cabeza de la comitiva. Detrás de ellos, las pantallas de Xinzo -Entroido declarado de Interés Turístico Internacional- hicieron sonar sus campanillas para anunciar que la fiesta acababa de empezar. El grupo de Samede de Paderne continuó la marcha a ritmo de música tradicional, seguidos de los vergalleiros de Sarreaus, que se abrieron paso con el sonido de los tradicionales cuernos de vaca que acompañan a los participantes. Tras los vergalleiros, las madamas e galóns de Cobre desplegaron la elegancia de sus coloridos vestidos.

Los galos de A Merca, con sus elaboradas máscaras, sorprendieron al numeroso público de las calles. Tras ellos, los volantes de Chantada mostraron sus originales vestimentas y flecos de colores. Las bonitas de Sande y los osos se encargaron de saludar a los presentes y divertirse dando algún que otro susto entre pequeños y mayores. El atronador sonido de las chocas de los cigarróns de Verín cerró la comitiva, que paseó desde la Praza Maior hasta el Parque de San Lázaro y regresó a su punto de origen. Comerciantes, camareros y vecinos desde sus ventanas salieron para ver el despliegue del Entroido, que abrió apetitos entre los estómagos más fiesteros. "A mí ver a toda esta gente con los trajes me da ganas de que llegue ya el del año que viene", explica Iria Cageao, una joven ourensana. "Aunque soy de aquí, esta era la primera vez que veía muchos de los trajes", asegura.

La de este sábado fue una oportunidad perfecta para conocer la variedad de la tradición entroidera gallega, como para Federico Hernández, madrileño que estos días se encuentra en la provincia disfrutando de unas vacaciones con su familia. "Nos ha encantado ver este desfile", señalaba Hernández. Ourensanos como Diana Moreira señalan que el desfile debería convertirse en un evento anual en la ciudad: "Es muy positivo tanto para nosotros como para fomentar el turismo, hoy las calles están llenas de gente". Público y participantes disfrutaron del aperitivo del Entroido, que volverá en poco más de medio año.

 


Desde los comercios: "Estos días se nota mucha afluencia de turistas en la ciudad"


Los diversos eventos que este fin de semana han coincidido en la ciudad (Shopping Night, Desfile de Entroidos Tradicionais de Galicia, Os Maios, la Feria de Artesanía...) atraen a numerosos turistas, que dejan huella en el comercio y hostelería local.

"Estos días se nota mucha afluencia de gente, desde el jueves ya se aprecia. El buen tiempo ayuda mucho", asegura José Ramón Blanco Cardoso, de Novedades Las Acacias, establecimiento situado frente a la Catedral.

"Sobre todo, mucho turista portugués, aunque también madrileño y del sur del país", explica Cardoso. Además de vecinos y visitantes, en el desfile de este sábado participaron más de 300 personas, que al terminar no perdieron la oportunidad de pasear por Ourense y disfrutar de la oferta cultural y gastronómica de la ciudad.

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