Jácome lleva al Concello de Ourense a un récord de impagos superior a 50 millones

El Concello de Ourense ya tiene facturas escondidas en el cajón por valor de más de 14,5 millones, con datos al cierre del segundo trimestre de 2024, a tenor de los datos publicados ayer por el Ministerio de Hacienda relativos a la cuenta 413, donde se acumulan las facturas sin tramitar. Se trata de facturas por obras y servicios prestados al Concello para los cuales no había asignación presupuestaria, por lo que no se han podido pagar. La situación ha llegado a unos límites desconocidos hasta la fecha. Nunca antes ha habido tanta factura bajo las alfombras.

La cuenta 413 recoge “las obligaciones derivadas de gastos realizados o bienes y servicios recibidos, para los que no se ha producido su aplicación a presupuesto siendo procedente la misma”. Es decir, son facturas irregulares que carecen de una partida presupuestaria para pagarla. Son facturas “escondidas” que no salen en las cifras de morosidad públicas, pero que se adeudan y que Hacienda ha hecho públicas.

Este tapón se suma al resto de impagos y genera una agujero en las cuentas de más de 50 millones, casi la mitad del presupuesto -que supera por poco los 100 millones-. A los más de 14,5 millones de euros en esta cuenta 413 por no tener asignación presupuestaria se suman los más de 11 millones de euros adeudados a proveedores en facturas que aún no se han pagado.

A estas cifras habría que sumar los 25 millones que el órgano de Xestión Económica e Orzamentaria del Concello calcula que se adeuda por atrasos a las concesionarias del agua, basura o transportes que, al prestar desde hace años los servicios en precario, están trabajando por debajo del precio de mercado y han generado unos sobrecostes que reclamarán en vía judicial.

En total, un agujero de 50 millones al que se suman también todas las deudas en las nóminas de los trabajadores. Este lunes, según fuentes consultadas, las nóminas de octubre -que todavía no se habían abonado- tampoco recogen los pluses de productividad y nocturnidad que se adeudan a bomberos y policías locales, a lo que habría que sumar centenares de miles de euros en horas extras pendientes y, en el caso de bomberos, por excesos de jornada.