Jácome ya se ve con el PP y se queja de "un listón muy alto"

Dos años y un día después de las elecciones de 2019 y dos años y un día antes de las de 2023, el alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome, compareció ante los medios para realizar su balance de ecuador de mandato, lanzando mensajes similares a los de hace un año o cuando se cumplían 100 días de su gobierno. “Primero hay que arreglar el coche y ahora tiene que aflorar lo que sembramos”, destacó en varias ocasiones, escudándose en la situación que se encontró en el Concello, la herencia de los anteriores gobiernos y un supuesto nivel de exigencia mayor por ser quién es.

“Hicimos muchísimo (citó la retirada de mupis, bolardos, espantar a los estorninos o limpiar los semáforos y las papeleras) pero quieren que hagamos lo que otros no hicieron. ¿Por qué me exigen más a mí?”, dijo Jácome, preguntado por si esto no tendría que ver con su promesa de que si llegaba a la Alcaldía, tendría rápidas soluciones para todos los males de la ciudad. “Puede que sí influyan esas promesas pero es que soy la única persona que tiene ideas. Si prometes mucho, pones el listón muy alto”, lamentó el alcalde ourensano, que entiende que “hay cantidad de cosas que no criticaban a los anteriores gestores que a nosotros sí, la mayoría sin justificación”.

Más allá de esto, el repertorio de excusas fue variado. Desde “un Covid que nos ha frenado en seco para ponernos en el mapa con unos festejos impresionantes” (en la pandemia ha renunciado a organizar algo adaptado a la situación sanitaria) al maltrato del resto de administraciones -”el gran problema de Ourense son el Estado y la Xunta, que nos discriminan y nos han empobrecido, algo que no es culpa del alcalde”-, pasando por el “óxido” administrativo y su manida queja de la prensan: “Hemos hecho muchísimas cosas que no han llegado, porque tenemos apagón informativo al ser el primer gobierno en que no se somete al impuesto revolucionario de algunos medios”.

Futuro

Aprovechando su afición al atletismo, Jácome comparó el mandato municipal con una carrera de 1.500 metros “en la que primero tanteas, observas y al final defines todo”, comparándose con la situación del alcalde de Vigo, Abel Caballero, “el mayor referente del municipalismo que tardó seis o siete años en coger el pulso”.

Así, pese a asegurar que “hay un absoluto antes y un después desde que estamos nosotros y que con el gobierno más barato de la historia funcionamos mejor que nunca”, Jácome ya se ve compartiendo equipo de nuevo con el PP. “Me temo que sí va a fructificar”, dijo tras reconocer que “hay contactos al más alto nivel” con los populares, a los que avisó que, pese a todo, “si vuelven algunas cosas serían iguales y otras distintas”, abriendo la puerta a un cambio en el reparto de concejalías y a mantener a Armando Ojea como teniente de alcalde en vez de al popular Jorge Pumar. “Nosotros no somos unos muñecos y como en algunas áreas estamos en buena senda no es momento de cambiar”, añadió el alcalde ourensano, que ya se ve manejando esos más de 62 millones que saldrán de la modificación presupuestaria planteada en un lote, algo que antes criticaba ferozmente, aunque ya no.

“En este caso va así porque todo es bueno y por otros motivos, ya que debe ser resuelta de golpe”, señaló Jácome sin citar la cuestión de confianza a la que pretende ligar la operación, pero sin negar sus intenciones: “Cruzaremos el río cuando lleguemos a él”.

No faltaron, para concluir, sus promesas, que pretende ejecutar con todo ese dinero: “Solucionaremos el problema de los autobuses, habrá brigadas con 70 y 80 personas trabajando en las calles al mismo tiempo, arreglaremos los parques, las calles, habrá escaleras mecánicas”.

Los populares allanan el terreno entre críticas del resto de grupos

En el arco político ourensano, se da por descontado que la reconciliación entre DO y PP no tiene marcha atrás y que será una realidad más pronto que tarde. Desde las filas populares no niegan las conversaciones y entienden que su regreso puede servir para dar estabilidad a un Concello regido por tres concejales, con áreas como Urbanismo dirigidas por dos jefes de servicio o un asesor de Jácome en Infraestructuras.

“Son asuntos do grupo municipal, pero o que si teño claro é que a Ourense lle fai falta estabilidade, imaxino que as conversas irán nesa liña”, destacó el presidente del PP ourensano, Manuel Baltar. La portavoz en el Concello, Flora Moure, señala que “la posibilidad siempre estuvo encima de la mesa, ya que por mucho que el alcalde quiera decir, la ciudad no está bien gestionada porque tres personas no pueden hacer frente a todas las áreas y el PP siempre ha demostrado que su gestión está ahí”.

El resto de grupos tienen una visión muy diferente. El portavoz del PSOE, Rafael Rodríguez Villarino, cargó de nuevo contra el PP “por impedir un goberno estable e querer dar de novo un balón de osíxeno ó que situaron aí”.

El líder del BNG, Luis Seara, entiende que el PP “nunca se foi”, criticando que “non lles preocupa a cidade e só os intereses partidistas, enganando coa moción de censura con condicións inasumibles, ocupándolles só volver para ter un sillón”. Por Ciudadanos, José Araújo censuró la “pouca altura de miras do PP, que non pensa en clave de cidade e non se plantexan a cidade ó marxe dun iluminado”, con reproches también al PSOE.