Podrá volver a España

Cuba libera al abogado ourensano Arián González

Arián González ayer en su casa, donde pasa su arresto a la espera de juicio.
photo_camera Arián González en su casa, donde pasó su arresto domiciliario.
La Fiscalía archiva el caso al no apreciar delito y le impone una multa de 70 euros. 

Arián González, el abogado hispano-cubano que fue detenido en Cuba el pasado 12 de junio y acusado de desacato por manifestarse pacíficamente, fue puesto en libertad esta tarde. Tras pasar diez días detenido -dos en los calabozos de la comisaría y ocho en la prisión de La Pendiente- y esta última semana bajo arresto domiciliario a la espera de juicio, el ajedrecista se sometió al interrogatorio final con el Ministerio de Interior que resolvió el proceso con una multa de 2.000 pesos cubanos (cerca de 70 euros). "La Fiscalía archivó el caso porque no había delito", explica el propio Arián. "Lo hicieron por la presión internacional", añade. 

El letrado y ajedrecista, que llegó a ponerse en huelga de hambre y sed durante tres días, afirma que su caso es una excepción y que sus amigos "no corrieron la misma suerte". Cree que fue el "apoyo internacional lo que me salvó de la cárcel". Pese a su libertad, recuerda a Alexander Rodríguez: "Lo condenaron a un año de prisión por expresarse desde la azotea de su casa". Otros, añade, "están desaparecidos o son condenados sin ningún tipo de posibilidad de salir". "Rectifican conmigo porque les conviene, pero no con los desaparecidos, o los muertos. Nada está arreglado”, añade. 

Críticas al Gobierno de España: "No me prestaron auxilio"

González también critica la gestión del Gobierno de España. "Por más que intenté contactar con ellos y les pedí ayuda, no me prestaron auxilio, no puede ser que no se implicasen, no hablamos de un país lejano a España", apunta. “Pedro Sánchez no se quiso mojar y el PSOE no puede ser un cómplice a cambio de unos negocios, unos hoteles y de que paguen una deuda pública”, opina González. 

Tras un mes privado de libertad, Arián González volverá a España a finales de agosto. Hasta entonces, se quedará con su familia, "de la que no pude disfrutar". “Estos días aprovecharé para  hacer trabajos en casa, reformarla y disfrutar de ellos”. 

Pese a todo, teme no poder volver a territorio cubano. “Además no me puedo volver a manifestar, pero sí seguiré hablando de mi experiencia en la cárcel y denunciando los tratos inhumanos, las torturas psicológicas y la represión contra el pueblo de Cuba”, explica. Para González, su pueblo merece ya un cambio: “Después de 62 años es la hora de que este país humillado y reprimido sea distinto”.

16 días retenido

La  tortuosa estancia del ajedrecista en su país natal comenzó el 7 de julio. Arián viajó a la isla caribeña para visitar a su madre que padece diabetes. Su enfermedad había empeorado y la crisis económica y sanitaria dificultaban cada vez más el acceso de su progenitora a alimentos y  medicamentos. 

Cinco días más tarde del aterrizaje, el 12, salió a manifestarse pacíficamente en las calles de Villa Clara (Santa Clara). Cuando caminaba, solo, gritando “patria y vida”, un policía de paisano le dio un manotazo y, tras este, dos agentes lo agarraron y lo introdujeron en un coche patrulla. 

Tras su arresto, ingresó ocho días en el calabozo de la Comisaría de Camajuaní y la única información con la que contaba era que lo acusaban de un delito de desacato al régimen. Su desesperación lo llevó a ponerse en huelga de hambre y sed y, tras tres días, sin ingerir nada, le mandaron cumplir arresto domiciliario.  El cubano definió su estancia en la cárcel como “lo más horrible que viví en mi vida”.  Cuando salió de La Pendiente -la cárcel de Santa Clara- relató que lo habían hacinado en un cuarto de seis metros con 15 personas, donde “solo se oían gritos de desesperación”

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