Salud

Padres y expertos: adelantar la detección de la dislexia es clave

Aplauden el nuevo protocolo elaborado por la Xunta y demandan más colaboración de los colegios

La detección precoz de la dislexia es clave en su tratamiento y mejoría, ya que permite intervenir y trabajar desde edades tempranas, tanto en los centros educativos como en los hogares. En muchos casos no es sencillo identificar las dificultades en el aprendizaje asociadas a este trastorno, o se entienden como falta de actitud o incapacidad de concentración por parte de los afectados. 

La Consellería de Educación, en colaboración con la Asociación Galega de Dislexia (Agadix), presentó esta semana el primer protocolo de actuación psicoeducativa de la dislexia y otras dificultades específicas del aprendizaje, un documento dirigido a profesores, padres y orientadores  que abarca pautas de atención y trabajo con los alumnos, así como guías de seguimiento y posterior evaluación de su rendimiento. "Si el error persiste, se cronifica, pero si se realiza una corrección inmediata y se trata adecuadamente, se mejora mucho, no estamos hablando de autismo", asegura Manuel Ojea, psicólogo y catedrático de Orientación Educativa de la Universidade de Vigo.

Para profesionales y familiares este protocolo es una herramienta "muy necesaria", como también para aquellos adultos disléxicos que recuerdan la falta de tratamiento en su época. "A mí nunca me detectaron la dislexia, y ahora a mis 50 años no voy a ir a un profesional, ya me he acostumbrado a vivir con ella", apunta la ourensana Lucita González. En su caso, el diagnóstico nunca llegó, y su situación dependía de cada profesor: "Antes no había apoyo, ni orientadores en los colegios, ni hablaban con tus padres para recomendarles que te llevasen al psicólogo... nada". Pero para Lorena Iglesias, maestra de audición y lenguaje y madre de un niño con dislexia, la situación no ha cambiado tanto en algunos casos: "En el colegio de mi hijo he pedido varias veces que lo miren desde hace meses, pero todavía no lo han hecho, lo tuve que llevar yo a un gabinete para salir de dudas". 


Un trastorno muy común


Manuel Ojea asegura que los casos de dislexia son muy comunes en los centros educativos –"De 25 niños, dos pueden tener problemas en la comprensión fácilmente"– pero asegura que falta una respuesta adecuada. "Se le llama la atención, se considera que tienen problemas  porque leen poco o mal... y resulta que no tiene nada que ver con eso", apunta. 

El trastorno puede presentar grados de afectación muy distintos, y se puede manifestar de diversas formas –intercambio de fonemas, falta de comprensión del significado de las frases, de las palabras...–. "Mi hijo tiene dislexia fonológica, y en un nivel muy leve, pero es verdad que en casa trabajamos mucho para mejorar, y él se esfuerza un montón", asegura Lorena Iglesias. 

Ella fue la que detectó algo extraño en el aprendizaje de su pequeño cuando tenía 5 años: "Era el momento de pasar a Primaria y yo veía que algo no terminaba de ir bien, como que no arrancaba". Los primeros resultados del examen del gabinete mostraron resultados positivos, pero los últimos arrojaron dudas: "Eso es por el trabajo y porque tiene a alguien detrás. Claro, en mi caso, yo trabajo en eso, sé cómo actuar, pero para alguien que no, no saber cómo afrontarlo. Mi hijo tiene días muy malos que no quiere estudiar porque sabe que le va a costar mucho, como en las lenguas. Él sabe identificar artículos o pronombres, pero luego lo escribe mal, y no se lo tienen en cuenta". Para Iglesias, el protocolo de la Xunta se queda en "peccata minuta": "Da orientaciones, pero no te dice nada en concreto. Podrían haber incluido actividades para ayudar a los niños, como hacerlo todo muy visual, utilizar elementos con mucho colorido...". Su marido también es disléxico y no fue diagnósticado, por lo que optó por el camino profesional con menos dificultades: "Es delineante, se apartó del mundo de las letras porque no le gustaba nada y le costaban mucho".

La profesora ve necesario acercar el trastorno de la dislexia a profesionales y alumnos de los centros: "Hay algunos niños que no entienden lo que les pasa a sus compañeros disléxicos, y que incluso se pueden llegar a reír de ellos por cometer errores".


Un documento para identificar, actuar y acompañar en caso de dificultades


El primer protocolo elaborado por la Consellería de Educación cuenta con nueve epígrafes que ayudan a padres y profesionales a intervenir, seguir y evaluar la evolución del trastorno. A continuación, las claves del documento:

4 Contextualizar la dislexia y demás dificultades del aprendizaje.

4 Aspectos conceptuales: factores causales y características de las dificultades de la lectura, escritura y matemáticas.

4 Identificación del alumnado con dificultades, tanto desde los primeros indicadores como en conjunto del proceso de detección.

4 Intervención psicoeducativa: enfoque y orientación.

4 Evaluación curricular de tipo continua y flexible.

4 Seguimiento de la intervención en cuatro niveles: alumnado, equipo docente, orientación y familia.

4 Recursos y herramientas, como la utilización de nuevas tecnologías.

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