Los recursos eólicos atraen a Ourense a inversores extranjeros

Italianos, noruegos y portugueses se suman a empresas españolas y gallegas en el desarrollo de proyectos renovables en Ourense

Publicado: 15 ene 2024 - 06:01 Actualizado: 16 ene 2024 - 07:22

Aerogeneradores de un parque eólico situado en las proximidades de O Irixo. (MARTIÑO PINAL)
Aerogeneradores de un parque eólico situado en las proximidades de O Irixo. (MARTIÑO PINAL)

Los recursos naturales de la provincia atraen la mirada de inversores ávidos de desarrollar proyectos de energías renovables. El contexto de transición que vive el sector genera un rebufo que tratan de rentabilizar sociedades de diverso signo. Así, en los últimos años proliferaron los planes para instalar parques eólicos y fotovoltaicos. Los ríos ourensanos, densamente poblados ya por embalses, acogen nuevas ideas de aprovechamiento energético. El rastro que dejan las promotoras en el Boletín Oficial del Registro Mercantil arroja luz sobre la procedencia de estas inversiones.

El viento de la provincia es el que más miradas atrae. En la última ola de autorizaciones de parques eólicos de la Xunta, salieron adelante proyectos con participación de diversas empresas. Por ejemplo, un cúmulo de proyectos situados en el oriente ourensano, en el límite entre Valdeorras y Lugo, formado por los parques Xeada, Orballeira y Neboada; así como otros dos, Treboada y Ventumelo, en la comarca de Trives. Fueron promovidos en un primer momento por el clan empresarial balear de los Mascaró, aunque actualmente las sociedades que los desarrollaron están vinculadas a Plenitude, una filial de la multinacional energética italiana Eni.

La presencia extranjera en el impulso a las renovables también se observa en el parque Rebordechao, aún en tramitación estatal, planificado por Statkraft, una compañía propiedad del estado noruego. Se trata de un parque de mucha mayor entidad a los anteriores, con 25 aerogeneradores y 154 megavatios de potencia planteados en pleno Macizo Central. El presupuesto de ejecución que manejaba la empresa ascendía hasta los 121 millones de euros, muy por encima del resto, que oscilan alrededor de los 25 millones. Statkraft vio decaer otros macroparques en la comarca de Valdeorras por su elevado impacto ambiental.

Polémico Clúster portugués

Asimismo, la portuguesa Greenvolt presentó la documentación para erigir 49 aerogeneradores a lo largo de las comarcas de A Limia, Verín y Viana, en lo que bautizó como el “Clúster de A Limia” a lo largo de tres parques eólicos. La propuesta dio pie a la repulsa de colectivos ambientales como Stop Eólicos Xurés Celanova, e incluso de la Xunta, también por las consecuencias para el entorno.

No solo hay inversores extranjeros. Naturgy vio prosperar el parque Uxo en las sierras del noroeste. Iberdrola consiguió la autorización para Fial das Corzas, en las proximidades del parque natural de O Invernadoiro, que forma parte de un contrato para suministrar energía al Grupo Cortizo. La coruñesa Greenalia obtuvo luz verde para los parques Rodicio II y Xesteirón en el Macizo Central, y tramita ante el Estado otro en las sierras del noroeste de la provincia.

En estas últimas es donde se concentra la mayoría de nuevos desarrollos eólicos, con proyectos cobijados por Aerogeneración Galicia (relacionada con los Taboada Ramos de Lalín), el ourensano Grupo Adelanta y Eólica Galenova, sociedad administrada por altos cargos de la barquense Cedie, a la luz de la información a la que accedió este diario.

Otras energías

Si bien el viento es la fuente de energía que más dinero atrae, la solar o los reaprovechamientos hidroeléctricos irrumpen en el mapa. La murciana Soltec planifica un parque fotovoltaico en A Gudiña de 110 hectáreas, equivalente a 150 campos de fútbol. En Castrelo de Miño, el granadino Grupo Cuerva planteó una central hidroeléctrica reversible que suscitó revuelo por su elevado impacto. De momento, se encuentran en tramitación y está por ver si acaban prosperando y saliendo del papel.

Maraña de filiales y compra de proyectos

Muchos de los proyectos están promovidos por filiales específicas para cada uno de ellos, lo que dificulta rastrear el origen de la inversión. Esto guarda relación con otra de las características de la actual ola de las renovables: la compraventa de proyectos. Ciertas sociedades promotoras carecen de capacidad para explotarlos, pero los desarrollan y los venden a otras empresas. Grupos ambientalistas censuran esta práctica, que tachan de especulación.

Contenido patrocinado

stats