Los vecinos de Covadonga aseguran que “están al límite” por la presencia de jabalíes en el barrio. Estos animales, que se instalaron en las calles hace meses, campan a sus anchas obligando a los residentes a huir. “Ya son más de aquí que nosotros”, señala Noelia Doval, una vecina de la zona.
Ante el miedo constante que sufren, decidieron movilizarse y acudir al Concello. Desde allí les indicaron que limpiarían los montes de la zona para evitar que siguiesen trasladándose pero por el momento no se llevó a cabo la inspección.
Cada otoño era habitual ver a estos animales de paso por la periferia pero, una vez que la Policía los dispersaba, no acostumbraban a volver por la zona. Este año, sin embargo, los esfuerzos de las autoridades son en vano. Primero se mudó una madre con sus crías y, ahora, ya hay dos familias al completo.
Pasear a los perros, llevar a los niños al parque o salir a caminar a partir de las seis y media de la tarde es misión imposible porque “hacen el amago de atacar a los canes y a sus dueños”, explican.
