CONTAMINACIÓN

Los vertidos proliferan en los ríos a falta de una red eficaz de depuración

Solo en el entorno de la ciudad hay seis puntos fijados de derrame mientras las administraciones exhiben falta de coordinación

La larga lista de agresiones a los ríos ourensanos sigue creciendo. Durante la mañana de este miércoles, el río Barbaña, entre O Polvorín y A Farixa, dejaba ver un rastro de espuma blanca en gran parte de su caudal. Técnicos de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil recogían este miércoles muestras del Barbaña e investiga si se produjeron alivios en la red en el término municipal de San Cibrao. Una escena que no deja de repetirse, mientras vecinos de la ciudad y asociaciones ecologistas, hartos, siguen reclamando acción y prevención al Concello y al organismo de cuenca. 

Los continuos vertidos preocupan en una provincia en la que todas las administraciones han alzado la voz para hacer ver que son incapaces de manejar el actual minifundismo de la red de saneamiento. Depuradoras apagadas, otras que no funcionan y fosas sépticas que nadie vigila son el principal handicap para evitar las agresiones a las masas de agua de la provincia.


Falta de coordinación


Mientras las administraciones no se organizan mejor –la propia Hidrográfica reconoce en su Esquema de Temas 2021-2027 que la falta de coordinación entre administraciones "pone en riesgo el logro de los objetivos ambientales"– continúa el problema. A estos vertidos puntuales –el pasado miércoles también sucedió en el Miño, que presentaba gasóleo en parte de su caudal– se les suman los derrames continuos por falta de mantenimiento, infraestructuras adecuadas y prevención. 

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Solo en el entorno de la ciudad hay al menos seis vertidos de aguas residuales de carácter constante: cuatro en Velle –el núcleo carece de depuradora–, uno en el polígono de Barreiros –fue denunciado por Ríos Limpos en julio de 2018– y otro en Ribela–una fosa séptica vierte sus aguas, sin tratar, al Miño–. 

Una provincia que tiene 140 depuradoras y 1.921 fosas sépticas es un área muy compleja de gestionar. De hecho, recientemente, el técnico de la confederación Hidrográfica Miño-Sil Joaquín José López señalaba que "no puede hacer la guerra cada uno por su cuenta, los concellos saben que la correcta gestión del ciclo del agua pasa por una solución supramunicipal".  Una preocupación que se extiende a la Diputación, donde Javier Bobe, jefe de servicio de Medio Ambiente, apuntaba a los problemas de minifundismo de infraestructuras y la "injustificable" ausencia de tasa de depuración en algunos concellos. 

"Tenemos municipios de 1.000 habitantes con 29 sistemas de depuración. Los concellos no saben ni dónde están las depuradoras y a los vecinos les da igual", añadía el técnico de la Hidrográfica, que veía "insostenible" el sistema actual. La falta de ordenanzas de depuración es otro de los obstáculos. 

OURENSE (VELLE-RÚA JUAN FERNÁNDEZ DE GRES). 29/01/2020. OURENSE. Vertidos residuales en riachuelos y ríos de Ourense. FOTO: ÓSCAR PINAL

La falta de sanciones suficientes, reconocida por las administraciones, las dificultades para instalar y mantener depuradoras y el problema de las fosas sépticas y su escaso mantenimiento en los pequeños núcleos complican la situación cada vez más y siguen dejando imágenes lamentables en los ríos ourensanos. 

Las fosas sépticas están "en lugares inaccesibles, son invisibles, no hay manera de mantenerlas", apuntaba Bobe. Y eso preocupa, porque  el agua que consume uno de cada tres ourensanos no pasa por depuradoras, sino por fosas que en muchos casos los concellos no pueden mantener o de las que se desconoce su ubicación. Un deficiente mantenimiento o incluso un mal uso de las depuradoras existentes también causa una concentración excesiva de compuestos nitrogenados y provoca algunos de los vertidos. 


“Ourense incumpre a lei"


Xosé Santos, de Ríos Limpos, pone sobre la mesa el incumplimiento de las normativas comunitarias en la provincia, y remarca la necesidad de que las administraciones tomen partido en la situación. "Ourense incumpre a lei da Unión Europea en tanto a saneamento das augas residuais, é un incumprimento grave", apunta. Santos pone sobre la mesa la falta de mantenimiento de las fosas sépticas, que provoca el vertido directo de aguas residuales a los ríos. 


Reto 2021-2027: una mejor depuración de aguas residuales


La Confederación Hidrográfica Miño-Sil propone para el plan hidrológico 2021-2027 "la mejora de tratamientos en estaciones de depuración existentes, construcción de nuevas depuradoras, ampliación y mejora de las redes de saneamiento, adecuación y mejora de los sistemas de fosas sépticas" para acabar con la situación actual. Así lo dejan claro en el documento público expuesto en su web, en el que también  proponen "control e inspecciones de núcleos urbanos con vertido a dominio público hidráulico, construcción de nuevos colectores , potenciar los controles de vertidos". 


Basura amontonada en el entorno de los principales ríos


Además de la contaminación que sufren los ríos ourensanos en sus aguas, a orillas de algunos caudales, la situación es similar. La basura se acumula estos días en el entorno del embarcadero  del río Miño en Ribela (concello de Coles) –donde se pueden encontrar bolsas de plástico, botellas, latas o incluso, neumáticos– y en las zonas verdes del Barbaña a su paso por el polígono Barreiros, plagadas de plásticos y residuos de diverso tipo. La asociación ecologista Ríos Limpos reclama la rápida limpieza de la zona a las autoridades competentes para evitar que la corriente siga arrastrando la basura hasta la ciudad y, como consecuencia, llegue hasta el río Miño. 

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Vecinos y ecologistas: "Hay impunidad total para los que maltratan los ríos"


Los continuos vertidos a ríos como el Barbaña provocan el hartazgo de vecinos y asociaciones ecologistas, que aseguran que sale "muy barato" contaminar el medio ambiente. "Hay impunidad total para los que maltratan los ríos, o esa es la sensación que da al ver que nadie paga las agresiones que se cometen", asegura Delfín Carvajal, de la Escuela Municipal de Piragüismo –su hangar comparte espacio con un vertido continuo de aguas fecales al Miño–. 


Desde Ríos Limpos, la visión es muy similar, y los ecologistas también arremeten contra la falta de prevención de las instituciones: "Falta vixilancia e control. Cada vez que alguén detecta unha vertedura debe chamar ao 112 para activar o proceso, pero tamén as administracións teñen que activarse. É o único xeito de rematar coa impunidade dos delincuentes, que os hai". La asociación presentó en julio de 2018 un informe sobre una cañería que vertía sus aguas directamente al Barbaña en el entorno del polígono Barreiros, y que en la actualidad, año y medio más tarde, continúa igual. "Non pode ser que un río coma o Miño dea  cheiro ás veces a gasóleo, iso é que hai grandísimas cantidades del", apunta Xosé Santos, que reclama un cambio de calado para evitar la contaminación fluvial.n

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