21.900 días seguidos

Publicado: 12 feb 2025 - 01:00 Actualizado: 12 feb 2025 - 19:45

Carta al director
Carta al director | Ernesto López-Barajas González

Hoy 12 de febrero es el 60 aniversario del matrimonio de mis padres. Se llama boda de diamantes porque es de las piedras más resistentes y su brillo no se apaga con los años. Dicen que los jóvenes son los que están dispuestos a morir por un ideal, y los adultos los que están dispuestos a vivir con humildad por el mismo ideal. Es como un proceso de maduración en el tiempo. Dicho de otro modo, se pasa del enamorarse -no tiene mérito, te viene como una ola y te tumba- a entregar la vida al ser amado, y eso conlleva esfuerzo y sacrificio. He sido testigo privilegiado de cómo mis padres han sabido proteger su amor, su ideal durante 21.900 días seguidos. Enhorabuena.

El diamante fue la piedra elegida para sus anillos de compromiso por ser símbolo del amor eterno. “Un diamante es para siempre” y representa el amor mutuo y la entrega del que trabaja la relación y la nutre para que no muera. Lo han conseguido renovando al amor a diario, haciéndolo eterno, volviendo a decir sí con mayor conocimiento, más libremente, “con la libertad del amor, la única libertad que me exalta, la única libertad por la que muero” (Cernuda). Como hijo les doy las gracias y les deseo que sigan diciéndose a diario, con ese poeta, uno al otro: “Tú justificas mi existencia: si no te conozco, no he vivido; si muero sin conocerte, no muero, porque no he vivido”.

Ernesto López-Barajas González (Santiago de Compostela)

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