Nativo digital, analfabeto funcional

Publicado: 30 may 2024 - 06:00

En los últimos años se han publicado noticias relativas a los denominados “nativos digitales”, en las que se afirma que son la primera generación de la historia cuyo coeficiente intelectual es inferior al de la generación de sus padres. Vayamos por partes.

Soy profesor de universidad desde hace más de 20 años, y siempre he defendido que la inteligencia de las personas no puede, en principio, disminuir por temas meramente genéticos. Sin embargo, lo que sí puede disminuir –y, de hecho, lo lleva haciendo varias décadas en España- es la cultura. Y, por supuesto, la estimulación de esa inteligencia es básica para que no se quede en potencial, sino que pase a ser inteligencia real, utilizada. Y es aquí donde radica el problema.

Hace pocos meses, unos alumnos de alrededor de veinte años, universitarios de segundo curso, me discutían que mi generación no era más culta que la suya. Simplemente, decían, ellos tenían competencias diferentes. Eso es lo que les han metido en la cabeza y no paran de repetir como papagayos. No sabían cuánto es 7x6 (“es que la tabla del 7 es la más difícil”), por dónde pasaba el río Tajo (“para qué quiero saber eso”) o en qué año se descubrió América (“es que la historia nunca me ha gustado”). La “sorpresa” les vino después, cuando les pregunté cómo se calculaba una media con Excel o cómo se buscaba bibliografía de un tema determinado en cualquier buscador de Internet. Tampoco sabían hacerlo, no estaba dentro de esas “competencias distintas” que tenían y que, digo yo, debían ser las de vegetar no ya en clase, sino en la vida. Su manejo de la informática, una de esas competencias que supuestamente debían dominar mejor que mi generación, estaba bajo mínimos.

Con unos planes de estudio cada vez más raquíticos y que retrasan la edad de formación “para no frustrar a los niños”, esta generación no puede aprender gran cosa. Su inteligencia potencial se queda en eso; no llega a desarrollarse, igual que no se habría desarrollado la velocidad innata de Usain Bolt si se hubiera quedado en la cama tumbado hasta los 20 años. Si, además, a esos jóvenes se les inculca que la incultura no les hace más ignorantes, sino simplemente “distintos”, ya tenemos cerrado el círculo perfecto del borreguismo.

Es imprescindible una reforma integral del sistema educativo. Los contenidos tienen que exigirse en un examen, sí. No vale con dejar al alumno que elija cómo demostrar esos contenidos, y mucho menos aún dejarle libertad para elegirlos. Las clases tienen que impartirse, y tiene que ser el profesor el que lo haga. Basta ya de experimentos de flipped clasroom (si se me permite el chiste fácil, no quiero clases de “flipados”, sino de alumnos que se esfuerzan y que consiguen aprender). Y no, no quiero ser influencer de la educación, quiero ser profesor. No sé si eso les provocará una frustración de unos minutos o unas horas, pero les evitaré, probablemente, la frustración del resto de una vida. Y lo que es seguro es que contribuiré a desarrollar su inteligencia y su cultura.

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