Feijóo, ¿catedrático universitario de lógica?

“Hay una pregunta, y esa pregunta solo se puede contestar con un sí o un no. La pregunta es si la señora Cifuentes tiene un máster expedido por una universidad de Madrid. Si la respuesta es que no, lógicamente la señora Cifuentes no ha dicho la verdad. Si es que sí, que hay un título expedido por una universidad de Madrid, la respuesta es que la presidenta ha dicho la verdad” (Núñez Feijóo, Sevilla, 07.04.2018).

Es una lástima que este prócer de la política no se haya dedicado a la carrera judicial. Sentaría abundante jurisprudencia en materia penal. Reduciría en gran medida los actos ilícitos punibles. El fin justifica los medios. ¿Quiere usted ser rico? Puede obtener riquezas robando al prójimo, traficando con fariña, defraudando a la Hacienda Pública. ¿Desea obtener un título universitario, carnet de conducir y demás documentos que le interesen? Acuda a quien conoce para que se lo expida, sin necesidad de moverse de casa, usando móvil, correo electrónico, mensajería o su mismo chofer. Usted ya lo posee, y si alguien duda de su validez, mueva los hombros, haga mueca socarrona, porque el descreído le tiene manía.

Yo, siendo como soy corto de entendederas, al contrario que el señor Núñez Feijóo, la pregunta que me formulo es cómo ha obtenido el máster la señora Cifuentes, no el que posea sí o no el título. Hay bienes que se consiguen de forma ilícita. Un título se puede obtener falseando un documento público pretérito a la expedición del mismo. Puede darse el ilícito de la prevaricación. Yo le recomendaría a este genio de la lógica que le echase un vistazo a una sentencia del TS de 10.02.2017. En ella se da cuenta de la condena a un profesor que aprobó a una alumna sin haber acudido a clase ni presentarse a examen alguno. Había prevaricado el condenado.

La universidad de Madrid a la que se refiere este lustre politicastro ha remitido a la Fiscalía de Mósteles toda la documentación referida al Máster Cifuentes, por si podría haber indicios de un ilícito penal. Administrativamente ha constatado la autoridad académica que no se siguió el procedimiento legalmente establecido. Ello ya conlleva la nulidad de pleno de derecho del acto administrativo de la expedición del título. Para entendernos, tiene la misma validez en uso que un rollo de papel higiénico. Si en sede judicial se dictamina que dicho acto es constitutivo de una infracción penal, es causa añadida a la nulidad de pleno derecho, amén del castigo penal a autores y cooperadores necesarios en el delito tipificado.

Harto estoy de este affaire. Como bien decía mi padre, la mierda cuanto más se remueva, más apesta. Delenda est universitatis!