La Región
Tiranías
La noticia de tu muerte, mientras caminaba el pasado lunes, fue para mí un golpe duro de asumir, como lo es el dolor, la tristeza y el tremendo vacío que nos dejaste. Este pequeño homenaje es para ti, mi querido cuñado Manolo, por el modo en que mostraste a lo largo de tu vida esa entereza, fuerza y ganas de vivir. Tu recuerdo, doloroso ahora, quedará presente como suave brisa y, donde quiera que vayas o te encuentres ya, tu alegría y bondad caminarán para siempre contigo.
Con estas líneas quiero expresarte mi agradecimiento, cariño y respeto desde el mismo momento en que nuestras vidas se cruzaron, hace ya tantos años. Yo era muy joven pero siempre recordaré tu aprecio, consejos, afabilidad e incluso el dinerillo que me dabas para ver alguna que otra película que tanto me gustaba. Lo bien que te portaste con mis padres, Joaquín y Clara, lo que los ayudaste, tu gran amor por mi hermana, tu Toñita, como tú la llamabas, y el cariño hacia tus hijos, los míos, Sara, conmigo y toda la familia. Fuiste un padre trabajador, luchador íntegro para darle a los tuyos lo mejor, muy amigo de tus amigos, apegado a tu barrio, el Couto, además de un marido de verdad, leal, noble y bueno para tu Toñita, mi hermana, a la que tan difícil nos es ahora imaginar sin ti. Tus hijos y yo le daremos todo el apoyo y amor que necesite para salir adelante tras 54 años de unión en lo bueno y en lo malo, pero siempre juntos. A ella se le ha ido su marido y cómplice compañero, nosotros intentaremos ser un pilar en el que sustentarse.
El día que te despedíamos, hace ya una semana, recordé las palabras que le dijiste a mi hermana ante la trágica pérdida de nuestra madre: "Se te va lo más querido del mundo, pero aquí estoy yo, que no te fallaré" y así fue.
Cuñado, que tus noches se pueblen de estrellas y armonioso silencio, que el recuerdo de tu serena mirada nos acompañe y proteja en el camino de esta vida, cuyo ciclo todos hemos de cumplir. Nos queda la esencia de tu bondad, tus actos y buen hacer, como un legado que llevaremos para siempre. Sé que en alguna parte, allá arriba, velarás por todos nosotros. Descansa en paz, cuñado, te queremos.
Contenido patrocinado
También te puede interesar
La Región
Tiranías
La Región
Escola do rural e infancia
La Región
CARTAS AL DIRECTOR
Gracias por tanto doctor
La Región
CARTAS AL DIRECTOR
El imperialismo contra el derecho
Lo último