La lucha contra la desinformación

Publicado: 29 ago 2024 - 01:00

Los bulos, las mentiras, las falsedades y han existido siempre. Lo nuevo y grave de nuestro tiempo son dos factores. Uno que la velocidad y la eficacia de la desinformación se ha multiplicado gracias al mal uso de la tecnología y de las redes sociales. Y, dos, que la desinformación consciente y planificada es ahora una herramienta habitual en algunas personas con responsabilidad política y jurídica que hasta ahora no entraban en ese juego sucio. Nada amenaza tanto a la democracia liberal como el fenómeno de la desinformación. en consecuencia, es también una amenaza para la sociedad en su conjunto, para el debate público, para las elecciones y para la salud de la propia democracia.

Durante mucho tiempo para los periodistas, lo hechos han sido sagrados y las opiniones libres. Desde hace algunos años, las opiniones siguen siendo libres, pero algunos han decidido que también los hechos podían convertirse en libres, buscarles verdades alternativas, desinformar. Los editores de prensa en uhida de una responsabilidad social, ven con enorme preocupación el creciente fenómeno de la desinformación. Vivimos del crédito, de la confianza, de la credibilidad que tenemos en nuestro hábitat informativo. El mundo de la información es un negocio basado en la reputación de los informadores en el medio al que van dirigido la información. Si los fenómenos de la desinformación se sigue extendiendo, su basura acabará salpicando al conjunto de los medios de comunicación. Buena parte de los lectores tomaran con mucha prevención la información. El prestigio de los informadores se está deteriorando a gran velocidad.

La preocupación por la desinformación preocupa a los dirigentes de la Comunidad Europea. Son conscientes de que el periodismo tiene dos caras: es un negocio, como cualquier otro y tiene que pagar para poder vivir. Pero es mucho más que un negocio, es una institución, refleja e influye en la conformación de los valores que da vida de las personas. Es, una manera, un instrumento de gobierno. Juega con las mentes y la conciencia de las personas. Puede educar, estimular, ayudar o hacer lo contrario. Puede servir para el adocenamiento de los ciudadanos Tiene una existencia tanto moral como material, y su carácter e influencia están determinados principalmente por el equilibrio de estas dos fuerzas. Puede hacer de la ganancia o del poder su primer objetivo o puede concebirse a sí mismo como cumpliendo una función más elevada y exigente. Las diversas voces deben ser escuchadas y ponderadas.

Que la mentira y la desinformación hayan existido siempre, el que en la sociedad se haga notar más, nos hace más exigente una respuesta a la pregunta ¿Qué hacer? La respuesta no atañe solo al informador, a la empresa, sino también a la sociedad civil. No nos preguntemos ahora quién empezó antes. Si algunos políticos o algunos medios. El deseo de engañar es tan antiguo como la misma sociedad. El sentido crítico del ciudadano y las exigencias del ciudadanos es el mejor antídoto contra la desinformación. Pero el sentido crítico de la sociedad se ha de dotar desde la niñez en una escuela crítica y no fundamentalmente memorística.

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