Memoria creativa: Francisco Carballo

En estos días se celebrarán en el Ayuntamiento de Maceda diversos actos de recono-

cimiento de la figura de Francisco Carba-

llo, dirigente nacionalista.

Una de las preocupaciones fundamentales de Francisco Carballo fue la de alimentar y fortalecer la “memoria creativa”. No le bastó pertenecer a una Congregación de Sacerdotes fundada por Vicente de Paul cuyo lema principal era la lucha contra la pobreza, sino que investigó nuevas formas de pobreza, de deshumanizacion y cómo combatirlas. Desde su magisterio en colegios enseñó historia de una manera científica sabiendo que a partir de la información rigurosa es un elemento esencial para la liberación. En la fundación de un Colegio Concertado en (Baracaldo-Vizcaya) buscó la manera para que las empresas sufragaran los gastos de los estudiantes. En la dirección del teologado de Salamanca buscó la formación de paules atentos a las exigencias de la sociedad actual.

En la formación de maestros en la Escuela de Magisterio promocionó la tesis del “maestro liberador”. Se apuntó desde su óptica religiosa a una lectura interpretativa de Bóveda y Castelao cuyas conclusiones siguen vigentes hoy en el mundo de la globalización. Quizás somos nacionalistas, insuficientemente motivas diría Machado

Este es el principio mismo sobre el que Freud montó su teoría: la permanencia de elementos de estadios anteriores en estadios posteriores, no es en la vida política la excepción, sino la regla. Una visión política que no es ágil lineal, sino viscosa, inercial. Es requerida la formación de una nueva conciencia democrática de la realidad. En la vida práctica, solo encontramos: la competencia, el monopolio y el antagonismo. Marx se da cuenta de que el seguimiento en favor del capitalismo consiste en que es el único sistema que parece fomentar la tecnología, la expansión y el crecimiento del capital. Sin embargo desde una visión progresista se considera que el proceso es destructor para los trabajadores, para quienes el capitalista consigue que los trabajadores ayuden a crearles nuevas y falsas necesidades. El rasgo distintivo de la situación actual es la prevalencia de unas considiciones económicas y políticas que no pueden por menos que hacer aumentar la irreconciliacion entre oportunismo y los intereses generales de los trabajadores. El imperialismo se ha convertido en un sistema dominante. Los monopolios ocupan toda la actividad.

La formación de la conciencia de explotación que supone el capitalismo es el punto de partida de todo dirigente político. El franquismo ideológico no fue superado por la llamada “transición democrática”. Han permanecido inamovibles determinadas prácticas en la derecha y en la izquierda. De aquí que Francisco Carballo se viese en la necesidad de desarrollar una forma nueva de hacer política: más participativa, más comprometida con las necesidades de las personas, con el progreso. A ello dedico sus energías sin abdicar de su formación ni de su orientación. Se quejaba en una entrevista de cómo habían desistido de esa tarea sacerdotes que anteriormente le habían acompañado. En su etapa en la dirección del Colegio Mayor en Salamanca se dedicó a la formación de los jóvenes teólogos paules en el horizonte requerido por el Concilio Vaticano II. Planteó preguntas incómodas. Se hicieron actuales las enseñanzas de Karl Rahaner Eduardo Schillebeekx, Hans Kühg, Walter Kasper, Jon Sobrino, Leonardo Boff, Juan Luis Segundo. Una Iglesia Nueva en un Mundo Nuevo a partir de los pobres como víctimas de la sociedad de la injusticia.

El testimonio de Francisco Carballo ofrece muchas y diversas facetas a estudiar una de ellas muy sugerente aunque poco socorrida su labor de hermanamiento de Teología y Política. Su formación teológica había sido la emanada en el Seminario en un contexto que apoyó la rebelión franquista. Llevó a cabo un trabajo depurador no siempre reconocido.