Un recuerdo para los maestros de ateo

Publicado: 05 ago 2023 - 04:55

Creo que la sociedad de Ourense tiene una deuda con los maestros de ATEO, una deuda que comienza con el reconocimiento de su trayectoria, de su mensaje y de su testimonio. El reconocimiento y la justicia son principios fundamentales en la ética contemporánea. La justicia se encuentra condicionada por el reconocimiento del otro y el diálogo con los que nos precedieron y con los que nos heredarán.

La Asociación de Trabajadores de la Enseñanza de Ourense (ATEO), fue fundada el 31 de mayo de 1931. El primer presidente fue Albino Núñez Domínguez. En marzo de 1932 comenzó a publicar la revista “Escuela del trabajo”. Con la renuncia de Albino Núñez se inicia una nueva etapa más en consonancia con las exigencias de la sociedad de aquel momento, marcada por los valores republicanos de la participación, la redistribución de la riqueza y el reconocimiento de los excluidos (Baltasar Vázquez). Se tomo como un principio el dicho de “la República se salvará por la escuela”. Pero sin buenos maestros, todo lo que se haga en beneficio de la escuela resultará estéril.

Los maestros de ATEO fueron conscientes desde un primer momento de que los maestros “solos” nada podían hacer, si no había una colaboración efectiva de la ciudadanía. y no solamente de los padres, si no se llevaba a cabo una transformación del medio hasta lograr de él un instrumento educativo. Para ello desarrollaron diversas medidas para prestigiar la figura profesional y política del maestro. Mucho se ha avanzado en este horizonte, pero es necesario un mayor esfuerzo para logar que la función de maestro sea reconocida como uno de los pilares de la sociedad. Sabemos más cosas, pero quizá esos conocimientos no nos conducen a una efectiva transformación social.

El maestro no es solamente el precursor y promotor de los nuevos avances de las nuevas costumbres sociales y éticas y de la ciencia, sino también aquel que garantiza su permanencia en las prácticas sociales. Una democracia estable se basa en dos pilares fundamentales: por un lado, una identificación cultural con las instituciones políticas que legitima y estimula la participación política, y por otro, un nivel suficiente de bienestar material y social distribuido de forma equitativa para promocionar la igualdad de oportunidades.

En un momento de crisis, de desorientación ideológica, los maestros de ATEO apostaron por la educación como una demostración de confianza en un futuro más justo en el que se reconociera el valor de las personas (Albino Núñez). Toda la historia de los movimientos progresistas en España, desde el Regeneracionismo hasta hoy, han tenido en la educación y en la cultura uno de los pilares básicos. No es posible la libertad en la ignorancia. Lo sabían perfectamente los actores principales del golpe de estado del 18 de julio. Eliminando la educación, hicieron desaparecer la libertad.

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