Las llamas se extienden sin control en 12 incendios por toda la provincia

La altísima actividad incendiaria en Galicia con 40 nuevos fuegos diarios se complica en Ourense ante la ausencia de lluvia y los cambios del viento. El trabajo de los efectivos es “intenso y complicado”, reconocía ayer Manuel Pardo, el delegado de la Xunta en la provincia, debido al comportamiento “errático y agresivo” de los frentes.

Hay grandes incendios que acaban por unirse. Ocurrió con los dos de Chandrexa de Queixa (Requeixo y Parafita) y el de Vilariño de Conso (Mormentelos) hasta convertirse en el más grande de toda Galicia desde que hay registros, con más de 17.000 hectáreas quemadas, abarcando siete concellos (Chandrexa, Vilariño, Manzaneda, Montederramo, Trives, O Bolo y Laza)

En Maceda, sucedió con los fuegos de Castro de Escuadro y Santiso. El primero empezó el pasado domingo mientras que el segundo lo hacía el martes. Desde el pasado jueves, son uno solo, con 3.000 hectáreas arrasadas. Hay otros que empezaron en un municipio Oímbra (A Granxa) y con el paso de los días invadieron otros: Monterrei, Cualedro, Verín y Laza (11.000 ha).

En total, teniendo en cuenta los datos de Medio Rural aportados en la noche de ayer, ardieron ya a lo largo de esta semana, 46.887 hectáreas, el 6,45% de la superficie de toda la provincia. A última hora, continuaban sin control (activos) 12 incendios; otro más estabilizado (evoluciona favorablemente) en Monterramo -Paredes- y uno controlado en Verín (Mourazos).

En la relación de la consellería, no incluía el fuego iniciado ayer al mediodía en Rante (San Cibrao), con varios focos. Uno de ellos, según la alcaldesa, Marta Novoa, estaba descontrolado.

Las llamas irrumpieron en nuevas latitudes, alcanzando la comarca de O Ribeiro, que hasta el viernes por la mañana se había librado. Comenzó a arder en Vilar de Condes y poco después en el límite con Beade (As Regadas), lo que obligó a confinar a los vecinos de una veintena de núcleos pertenecientes a los ayuntamientos de Carballeda de Avia, Beade, Leiro y Avión. El bosque de Ridimoas, en Beade, un espacio de gran valor ambiental reconocido por la Unesco, se vio alcanzado por las llamas para desesperación de los vecinos.

Hubo evacuaciones voluntarias en diferentes lugares como Veiga, Viana do Bolo, Manzaneda o A Rúa. Y permanecen desalojados de forma preventiva ancianos de las residencias de A Rúa, A Mezquita y Chandrexa de Queixa. En A Rúa, hay vecinos que no tienen teléfono desde el viernes y ayer se quedaron sin luz después de la comida.

Siguen activos los protocolos de protección (situación 2) en toda a provincia de Ourense. La Dirección General de Emergencia e Interior activó el ES-Alert (alertas recibidas en los móviles para dar avisos a la problación ante una situación crítica) fue emitida a modo preventivo en: Oímbra, Cualedro, Monterrei, Laza, Verín, Vilardevós, Riós, A Mezquita, A Gudiña, Viana do Bolo, Vilariño de Conso, A Veiga, O Bolo, Manzaneda, Chandrexa de Queixa, Montederramo, Parada de Sil, Castro Caldelas, A Teixeira, San Xoán de Río, Larouco, Petín, A Rúa,, O Barco de Valdeorras, Vilamartín, Xinzo, Trasmiras, Baltar, Rubiá, Carballeda de Avia, Leiro, Avión y Beade.

Vías de comunicación

En cuanto a las vías de comunicación, la Guardia Civil de Tráfico sigue recomendando no circular por la A-52 y la N-525, las carreteras más afectadas durante estos días, y sigue cortada la circulación ferroviaria. Hubo cortes de tráfico en la N-525 (Estivadas-Verín), en el entorno de Cualedro, Rante (San Cibrao), la N-120 en A Rúa y Carballeda Avia.

Las perspectivas son poco halagüeñas porque el calor sigue sin dar tregua y la Xunta de Galicia activó para este domingo el nivel 3 de alerta para Valdeorras frente a los posibles efectos de las altas temperaturas sobre la salud. En cuanto a la calidad del aire, empeoró en toda la provincia, así como en el sur de Lugo, y se recomienda el uso de mascarilla.

La jueza interroga hoy al detenido por una imprudencia con un tractor

La jueza de Verín interrogará hoy, a partir de las 10.00 horas, al vecino de A Gudiña de 46 años que supuestamente provocó, debido a una imprudencia cuando desbrozaba con un tractor, el fuego de Oímbra que calcinó 11.000 hectáreas, uno de los mayores incendios de la historia de Galicia. También se le imputan tres delitos de lesiones en tanto que en las labores de extinción resultaron heridos tres brigadistas. El más joven, de 18 años, permanece en estado muy grave ya que las llamas afectaron al 40% de su cuerpo.

El Código Penal castiga con penas de entre diez y 20 años de cárcel a los autores de fuegos provocados intencionadamente (dolo directo) que atentan contra la integridad física de las personas. Si no hay riesgo para la vida de las personas, pero es de especial gravedad, implica hasta seis años de cárcel. En caso de incendios por imprudencias graves, la horquilla se reduce considerablemente.

Hubo un proceso en Ourense en el que la fiscal llegó incluso a acusar por incendio agravado, por dolo eventual, a un hombre que asaba uno chorizo en Os Blancos durante la oleada incendiaria de octubre de 2017: el inculpado, al iniciar un fuego, no tiene la intención directa de causar la muerte o lesiones, pero prevé la posibilidad de que ocurran y, a pesar de ello, sigue adelante con su acción. Es decir, acepta la posibilidad de resultados lesivos como consecuencia de su conducta. Fue condenado finalmente por incendio por imprudencia a nueve meses de prisión y multa de 1.620 euros.