La Navidad más difícil: en un 15% de los hogares de Ourense viven mayores solos

Los ciudadanos cuentan ya con los dedos de una mano los días para celebrar la Navidad más complicada de la historia reciente por las restricciones de la pandemia y la peculiar conformación sociodemográfica de la provincia de Ourense. Combatir la soledad en unas fiestas que no podrán ser multitudinarias como otros años es un reto mayúsculo en que las entidades sociales y administraciones están volcando sus esfuerzos.

Ourense es la quinta provincia española en la que más personas de avanzada edad viven solas. Según los últimos datos nacionales del Instituto Nacional de Estadística (INE), son 20.000 los mayores de 65 años los que habitan en hogares unipersonales. Esto supone que un 15% de las "unidades familiares" –la Xunta recomienda que solo una se reúna en Nochebuena y Nochevieja y, como mucho, dos o tres, pero nunca sobrepasando las seis personas adultas– de la provincia están conformadas por una única persona. Evitar que el drama social de la soledad aumente en estas fiestas es uno de los grandes retos.

De las 128.544 unidades familiares en Ourense, 32.509 son de una sola persona (20.000 de ellas mayores de 65 años), otras 43.370 están formadas por dos, un total de 28.349 cuentan con tres miembros, y 24.317 tienen cuatro o más personas.

Natalia Belmonte, de Cruz Roja: "Los mayores se sienten más solos tras el covid. Triplicamos las llamadas de apoyo"

Las entidades sociales

Natalia Belmonte es la responsable de proyectos con personas mayores en Cruz Roja Ourense. "El sentimiento de soledad está siempre presente, pero en los últimos meses tuvo más relevancia. El covid le ha puesto más voz e imagen a la soledad", cuenta. La pandemia obligó a la entidad social a reformular sus iniciativas para paliar este drama social. Las llamadas cobraron más importancia que nunca. "Cuando hablan con los voluntarios, les comentan que se sienten más solos. Las personas que no tienen a quien recurrir lo pasan peor", asegura Belmonte. De hecho, el programa de apoyo emocional a los mayores solos a través de llamadas telefónicas triplicó el número de usuarios: "Atendíamos unas 50 personas antes de la pandemia, ahora son 200 las que necesitan ese apoyo al teléfono". En las rutinas diarias de los voluntarios de Cruz Roja, este cambio de hábito se traduce en que "antes hacíamos cinco visitas a domicilios al día y ahora son 15 llamadas". La Navidad no cambiará la situación.

Sí preparan algo especial en Cáritas Ourense para la población mayor sola que, además, tiene escasos recursos. Forman parte del programa de mayores Bufarda una treintena de ourensanos. María Tabarés, directora de Cáritas Ourense, señala que harán vídeos y felicitaciones por e-mail. "Hay seguimiento diario a través de grupos de WhatsApp y de cara a estas fechas especiales queremos intentar tener un contacto personal de nuestros voluntarios con cada uno de los usuarios del programa de mayores, antes de Navidad", adelanta Tabarés. "Estamos pendientes de que todos puedan celebrar con una comida más especial estas fechas y todos tendrán su regalo de Reyes". Sobre el programa, apunta Tabarés que "somos esa hija que no tienen".

En Fundación Amigos de Galicia, atienden a 23 personas mayores de la ciudad. Para Navidad, como el resto del año, señalan que seguirán contando "con un teléfono para las personas que se encuentran en esa soledad no deseada y puedan llamar para lo que necesiten."

Sin descanso y con refuerzo

En la Diputación, Luz Doporto, diputada provincial de Benestar, señala que "el recurso de teleasistencia no descansa en Navidad" y recuerda que "como otros años, se reforzará en las fechas señaladas las llamadas, porque es la Navidad más complicada "y se llamará a los usuarios para evitar que pueda agravarse algún problema".

El rural se apoya

En el mundo rural, las ONG y entidades sociales también están alerta, si bien resaltan que el problema de la soledad en estas fechas siempre se agrava en las ciudades. "No rural sempre hai respaldo dos veciños, e pouca xente queda sen un apoio. Aínda que este ano moitos fillos non poidan visitar os pais, sempre hai axuda doutros veciños. Nas cidades, moitos nos edificios nin se coñecen e aí o problema si pode ser maior", explica Tamara Balboa, del Centro de Desenvolmento Rural Portas Abertas de Vilardevós y Verín. "Notouse máis demanda sobre entre marzo e maio, agora é máis levadeiro".

Antonio Rodríguez Corbal, del CDR O Viso, relata cómo se vive en su centro, con la peculiaridad de estar situado en Sarreaus, uno del os concellos con mayor incidencia del virus y que está perimetrado.

"É triste que xusto nestas datas non poidamos ter a ninguén no centro pola perimetración en Sarreaus, pero estamos indo ás casas para atender as necesidades das persoas, tanto a terapeuta, como a fisioterapeuta ou a psicóloga. Nós non paramos e facemos o que fariamos todos os días.