La Raia pide un plan ante la apertura de la frontera: "Debe haber controis"

FRONTERAS

La situación epidemiológica, parecida: en la última semana hubo dos casos en Ourense y 13 en los concellos lusos vecinos

Control de la Policía Nacional, ayer en el paso fronterizo Feces de Abaixo-Vila Verde da Raia.
Control de la Policía Nacional, ayer en el paso fronterizo Feces de Abaixo-Vila Verde da Raia.

La provincia de Ourense se prepara para la ansiada reapertura de la veintena de pasos fronterizos con Portugal que permanecen cerrados a la circulación desde el pasado 14 de marzo, y que se prevé que abran mañana. Los concellos de la provincia española con más kilómetros de frontera con el país luso (219 kilómetros comunes) ven llegar tarde la medida, después del enorme perjuicio económico y social causado en la zona. "Tíñase que ter aberto xa, a xente de aquí necesítao", apunta el alcalde de A Gudiña, José María Lago, una valoración que comparten homólogos suyos como el de Baltar, José Antonio Feijóo, que lleva mes y medio luchando por una apertura "sen que as institucións nos dese resposta, un auténtico desprezo".

Sin que se sepa exactamente si ya desde esta medianoche se podrá viajar libremente, pendientes de cómo se retirarán las vallas que impiden la circulación –salvo en el paso de Feces y dos días a la semana en el de Randín-Tourém, que ya venían funcionando, para casos justificados–, los alcaldes raianos muestran una mezcla de alegría y preocupación, y piden protocolo para blindar la seguridad de los residentes. Se prevé que hoy, los dos gobiernos presenten un plan conjunto, ante lo que los regidores avanzan la necesidad de controlar a los que utilicen la frontera desde puntos lejanos, con los retornados portugueses.

La situación sanitaria en el país vecino está volviendo a niveles de inicios de mayo, principalmente en el entorno de Lisboa, aunque eso no preocupa tanto, ya que la región Norte, la zona de influencia para Ourense, no se percibe un repunte.

La vuelta a casa preocupa

El mayor temor está en los desplazamientos desde puntos de Europa. En el sur de España,ya se suspendió la Operación Paso del Estrecho, el mayor movimiento migratorio regulado en verano procedente de Francia con destino Marruecos y, a menor escala, este temor existe la Raia, adonde se prevé que empiecen a llegar miles de franceses con raíces lusas .

"A nosa relación con Montalegre é absolutamente fraternal, o que máis nos interesa e non ten perigo é a relación entre comarcas, pero a reapertura deberá vir acompañado das medidas sanitarias correspondentes, o que non queremos é ser un foco de contaxio, preocúpame un montón a deixadez da poboación, dá a sensación de que isto xa pasou. Ten que haber controis sanitarios e para os que veñen de fóra", dice el regidor de Baltar, José Antonio Feijóo.

También cree que es necesario blindarse el alcalde de Cualedro, Luciano Rivero, que cree que "habería que facer test masivos" para aquellos que pasen y asegurarse de que no sean transmisores. "Necesitamos abrir a fronteira xa, pero tamén temos que salvagardar a vida dos nosos, aquí vive moita xente maior, no concello xa se ve xente de fóra e moitos preocúpanse en facer test antes de vir".

Al regidor de Muíños, Plácido Álvarez, también le preocupa la salud. "As medidas de prevención e distanciamento son básicas, pero algo máis podíase facer. Dá a impresión de que só nos preocupan os veciños de enfrente, pero hai que traballar en conxunto. O que non debemos facer é alarmar".

En Oímbra, la alcaldesa, Ana Villarino, apela a la "responsabilidade individual" y se muestra "expectante" ante un verano que será raro. "Quizais facer test masivos sería ideal, non o sei, pero iso escápasenos das mans. Nós o único que podemos facer é apelar á responsabilidade individual de cada un. A situación na zona de Chaves, onde apenas tivo incidencia o virus, é igual ca nosa, nese sentido non hai por que temer".

La situación epidemiológica a ambos lados es casi idéntica, con un ligero incremento de casos en la parte portuguesa, pero, a nivel global, Portugal tiene un foco importante en Lisboa, que ha hecho que el pasado domingo alcanzaran la cifra más alta de contagios en el país el 8 de mayo, y ayer la cifra de hospitalizados más alta en 50 días.

Casos por municipios

Las zonas más cercanas a Ourense no han sido casi afectadas estos días. En el lado ourensano, solo se detectó un caso, en Oímbra. En los municipios de Alto Támega, Trás-os Montes y Alto-Minho cercanos a Ourense, apenas se han registrado 13. En las grandes ciudades Chaves, Braga y Guimaraes no han tenido casos nuevos en los últimos siete días, Bragança ha sumado cinco y Vila Real, cuatro.

Del resto de municipios, según la Dirección General de Salud Pública portuguesa, Arcos de Valdevez, Montalegre, Vieira do Minho, Vimiosp, Ponte da Barca, Ponte da Lima y Macedo de Cavaleiro no han tendio positivos en siete días. Solo se aprecia un aumento en Vinhais (1), Melgaço (2) y Terras de Bouro (1).

Recuperación difícil: “Hai empresas que están ao borde da ruína"

En Baltar, volvieron a realizar un requerimiento en pleno, el tercero en un mes y medio. "Ninguén desde Interior ou a Subdelegación nos deu resposta institucional, é unha mostra de desprezo total", manifiesta el alcalde de Baltar, que pretende acudir mañana a la ceremonia oficial de reapertura "só se non veñen os que nos ignoraron". "Alpacas, area, centeo, patacas... Cantidade de produtos pasaban a diario por aquí, e agora está interrompido, por iso sorprende que non se pronunciase o Concello de Xinzo", recuerda José Antonio Feijóo, que además, lamenta que hay negocios"ao borde da ruína". El alcalde de A Gudiña, José María Lago, alaba las medidas tomadas por Portugal, "que deron exemplo, como Galicia", por lo que "non hai que ter medo". Sostiene que A Gudiña necesita la apertura. Dice que hay familias "que levan 4 meses sen verse". El regidor de Cualedro, Luciano Rivero, es claro: "Se non se abre, morremos de fame". Pero subraya la necesidad de "cumprir ben as medidas" y "facer test nas empresas" para evitar problemas. A Baixa Limia, una de las comarcas más aisladas por el cierre, agradece la apertura, pero se preocupa:. "Temos unha relación fluída con Pitoes e Tourém, a xente traballa dun lado e outro. E temos unha traballadora da residencia que é de Tourém e o pasou moi mal", indica el alcalde de Muíños, Plácido Álvarez. Ve "clave" la relación comercial y vecinal, pero indica que "a saúde é o primeiro".

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