¿Seremos capaces de reconocerlo?

Acaba de dejarnos otro ilustre ourensano de una familia señera e inolvidable de este Ourense tan remiso a reconocer a los suyos. Su sonrisa franca, la cercanía a todas horas y la alegría contagiosa hacía honor a esa familia única que son los Quesada. Lo fue Jaime y su hijo, lo ha sido el incomparable Fernando y su esposa y ahora nos deja Carlos, amigo de sus amigos que fuimos muchos, incontables.

La ciudad, la provincia del agua caliente de las Burgas, tiene un defecto incorregible que viene de lejos y que es el reconocer y mimar a los de fuera olvidando a tantos personajes que de ser en otro lugar estarían en el lugar que les corresponde. Lo reconocimos ya aquí tanto mi amigo Lalo Pavón como yo mismo.

Falta un reconocimiento público por todo lo alto para esta familia que ha dejado tras de sí tantas obras que engrandecen al arte. Yo conservo con cariño dos caricaturas de dos de ellos: Fernando y Carlos. Inigualables como lo eran todas y cada una de sus obras y las de Jaime y su hijo que nos dejaron tan prematuramente.

Con Carlos he tenido, en su lugar de la Obra social de la antigua Caixa, una relación cercana y eficaz tanto en la exposición mariana, y la de la Fundación Santo Ángel que organicé, como en la publicación de un libro. Para Carlos nunca había problemas y tenía la gran virtud y confianza de ir directo a David Ferrer y conseguir lo que quería.

Sus últimos años viviendo su cabeza en ese misterioso mundo le privaron de ser el mismo. Pero lo era porque su bonhomía nunca la perdió así como dejó su memoria a un lado.

Y es que, yendo ahora al titulo de estas líneas, lo primero que se me ocurrió es esa ingratitud de este pueblo tantas veces puesta incomprensiblemente de manifiesto. ¿Cuántas provincias en España pueden contar con un plantel tan numeroso en todas las artes? Mirando atrás ¿cuántos de la Xeración Nos eran de aquí? La inmensa mayoría. Cuantos, mirando al arte, a la pintura, la caricatura y el humor, por poner unos ejemplos, pueden contar, entre otros muchos con Xaime, Fernando y Carlos, Arturo Baltar (¿hay en algún lugar un Belén mejor?), Acisclo, Prego, Buciños, Failde, Ramón Conde, Arboiro, Alexandro, José Cid, Carrabouxo…y muchísimos más. Sé que con las prisas se habrán quedado fuera muchos.

Todos merecen un reconocimiento. Pero claro…"somos así" como aquel caso que ya conté. Tenía yo que comprar un paraguas y me negué a comprarlo en Lisboa. Le dije a un amigo que para mi sería un pecado dejar de adquirirlo en Ourense. Llego a la paragüería y se lo dije a la persona que me atendió. Le faltó tiempo para decirme, "fuera los hay mejores". Y a mi me faltó contar con un "estadullo" para rompérselo en la cabeza...

Pues a ver si de una vez Ourense se anima a reconocer a sus ilustres hijos como a nuestro buen amigo Carlos que en paz descanse que se lo merece con creces.