Fernando Martín, el hombre que nos abrió América
Falleció justo hoy hace veinte años, fue el primer español en disputar la NBA en 1986
Hace hoy exactamente veinte años que en accidente de tráfico (como Nino Bravo) falleció Fernando Martín, primer jugador de baloncesto en disputar la NBA estadounidense con Portland Trail Blazers en 1986.
Cuando se vuelve a recordar a Nino Bravo, famoso, entre otras canciones, por su América, el paso de gigante dado por Fernando Martín que ahora se toma con naturalidad (ir a la NBA), poco menos que inviable en aquella época, también abrió la fabulosa América. Ésa a la que el valenciano (cuando Dios hizo el edén pensó en América) cantaba ya en 1973. El pívot, forjado en el Estudiantes, con el que empezó a los 15 años (la cantera estudiantil ha sido siempre un vivero para el club de fútbol), debutó en la temporada 80/81 en el conjunto del Magariños, en la Liga más loca que se recuerda, con varios cambios de líder y desastrosos americanos en Real Madrid y Barcelona, campeón a la postre. La llegada del pívot de 2,04 daría lugar a otra gran era blanca, al dar la alternativa a Rafael Rullán en la pintura. Martín forjaría buena parte de su leyenda como jugador ante dos rocas rivales, Dino Meneghin, ahora presidente de la Federación Italiana de Baloncesto, y Audie Norris, una pantera negra contra la que encandiló actuaciones memorables que hicieron del baloncesto un deporte cercano al común de los públicos. Fernando Martín fue grande en sí. Celoso de su vida privada (a la opinión pública tardó mucho en saltar su paternidad con una extranjera, y su hijo Jan Martín se quedó en esperanza blanca), de su faceta deportiva contaban quienes le conocían que a sus compañeros y a él mismo les autoexigía todo en cada encuentro. Venga chicos, de veinte, era la frase más socorrida por el madrileño antes de cada partido. Cuatro Ligas (81/82, 83/84, 84/85 y 86/87), tres títulos de Copa del Rey (1985, 1986 y 1989), dos Recopas (1984 y 1989) y un Mundial de clubes (1982) fueron sus éxitos de club. Se le escapó la Copa de Europa, que perdió en Atenas en 1985 contra el Cibona de Drazen Petrovic, y precisamente la presencia de éste marcó su última etapa. Como rival, Petrovic cerró el paso del pívot a la gloria continental. Como compañero (Mendoza los juntó en la campaña 88/89), el balcánico le dio una Copa del Rey (en Galicia) y la Recopa en Atenas. En cuartos, arrolló en Vigo al Magia de Huesca ante 5.000 espectadores. Martín siempre salió perdiendo en el protagonismo ofensivo del equipo ante el genio de Sibenik, con el que no pudo lograr el triplete al arrebatarle la Liga el Barça con arbitraje polémico del bilbaíno Neyro en el play-off y quejas del yugoslavo. En 1989, con Drazen Petrovic ya en la NBA (en Portland), George Karl tenía un solo líder, Fernando Martín, pero al 10 le esperaba la muerte sobre el asfalto a las 15:20 horas de un domingo en el que entraba en la M-30. Hacía tres semanas que en una entrevista a Gigantes del basket había dicho que en este Madrid hay más disciplina. Es que Petrovic es un jugador sin disciplina en la cancha, absolutamente sin disciplina, afirmando además que con esa frase no quería meterse con el yugoslavo. Años después, Petrovic correría la misma suerte, en otra burla más del balcánico. Martín, además, disfrutó con España de un ciclo (subcampeón de Europa en Nantes 83, cuarto del mundo en Cali 82 y plata olímpica en Los Angeles 84) sólo mejorado por la generación de Pau Gasol.
Contenido patrocinado
También te puede interesar
Lo último
COMIDAS EN FAMILIA
Qué se come y cómo se vive la Nochebuena en distintos países del mundo
40 AÑOS DE ADHESIÓN A LA UE
Del crecimiento del PIB a las ayudas de la PAC y en el progreso del Camino
La Región
CARTA AL DIRECTOR
Barra libre a la combustión